Más de 250 vuelos canceló Aeroméxico desde el 6 de enero al haber frenado la operación de sus 19 aviones Boeing 737 MAX-9 tras el incidente que sufrió un avión de ese modelo propiedad de Alaska Airlines cuando se le desprendió una parte del fuselaje el viernes 5 de enero, como publicó REPORTUR.us (Inmovilizados en USA casi 200 B737 Max tras estallar una ventana).
A raíz del accidente, Estados Unidos decidió prohibir la utilización de los aviones Boeing 737 Max 9 a todas las aerolíneas hasta que haya una revisión profunda y se confirme que son seguros.
El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, precisó que «no hay una fecha concreta» de cuándo esos aparatos retornarán a los cielos.
Además de Aeroméxico, otras líneas aéreas como United y Copa han aparcado los modelos de estos aviones. La aerolínea panameña informó a través de su presidente Pedro Heliborn que debió cancelar alrededor de 80 vuelos diarios.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) reforzará la investigación a Boeing, pues prevé que las aeronaves B737-9 MAX tienen más problemas de fabricación de los ya conocidos.
Así mismo, se hará una auditoría para garantizar los procedimientos de calidad aprobados. “La inmovilización del 737-9 y los múltiples problemas relacionados con la producción identificados en los últimos años nos obligan a estudiar todas las opciones para reducir el riesgo”, comunicó Whitaker.