Quintana Roo es el Estado Mexicano donde se ubican varios de los destinos turísticos más conocidos del país como son Cancún, Tulum y Riviera Maya entre otros. Con una población de 1.5 millones de habitantes acoge anualmente a más de 23 millones de visitantes y 5 millones de cruceristas, siendo el destino de sol y playa que más visitantes recibe de México y América Latina. Su planta hotelera hoy se compone de más de 1.000 hoteles y 100.000 habitaciones, las cuales representan alrededor del 15 por ciento del total del país dejando una derrama económica anual por encima de los 15 mil millones de dólares. La aportación del Sector Terciario, donde se incluye principalmente el turismo, representa el 90% PIB de Quintana Roo.
Estás cifras nos explican por qué la amenaza del COVID-19 en este Estado del sureste mexicano aparte de producir un gran problema sanitario (279 casos confirmados, según estadísticas oficiales) generará también un enorme problema socioeconómico. La mayor parte de los trabajadores no dispone de ahorros por lo que a la preocupación por un posible contagio se sumará la inquietud por conseguir el capital necesario para el sustento de las familias y la incertidumbre por saber cuando se terminará esta situación. Las medidas tomadas en el Estado pretenden encontrar un equilibrio entre la contención del virus y la destrucción de la economía a corto-medio plazo. Es por ello, que incluso teniendo en cuenta que la mayoría de los hoteles, 95% del total, ha cerrado por falta de ocupación y que incluso en la capital del país se han visto obligados a cerrar por decreto, el Gobierno de Quintana Roo no ha suspendido oficialmente las actividades hoteleras, las actividades de restauración se permitieron hasta el mediados de este mes, y aunque se ha decretado un cierre total de las playas públicas se permite el acceso de turistas a las playas privadas de los establecimientos hoteleros.
Adicionalmente, alineado con la estrategia de cierre por etapas y de manera paulatina que se ha venido aplicando en la totalidad del país el Gobierno de Q. Roo ha decretado el cierre de 4 de las 5 terminales con las que cuenta el aeropuerto internacional de Cancún, segundo del país en trafico aéreo, así como la congelación de las ventas de agencias de viajes locales durante los meses que dure la alerta.
Las medidas adoptadas por Quintana Roo y México, ante la amenaza del COVID-19, difieren sustancialmente de las tomadas por otros países en Latinoamérica como Colombia, Ecuador y Perú. Mientras México ha ido restringiendo las actividades de una manera gradual con la intención de afectar la economía lo menos posible, la gran parte de los países de centro y Suramérica han optado por el cierre casi total de negocios y el confinamiento en cuarentena de sus conciudadanos. Aunque la mayor parte de países afectados también por el COVID-19 difieren con la línea de actuación tomada por México, con 50.000 casos confirmados oficialmente, la mitad de los casos de contagio de Nueva York, la realidad es que las circunstancias particulares de cada país, con respecto a la velocidad de dispersión del virus, ahorro de las familias y fortaleza del tejido empresarial serán los mejores indicadores para decidir si acelerar las medidas de reclusión y paralización de las actividades.
Aún es pronto para valorar si han sido una línea acertada o una irresponsabilidad política.
Fuentes: Sectur, Sedetur, Gobierno Quintana Roo, AAHH Cancún.
hola buena tarde solicito su ayuda para cancelar una membresia que compre en enero y no se para donde dirigirme, le leo su comentario y la verdad esta todo patas arriba, mi membresia fue en cancun vidanta LIMITLESS VACATIONS, NO SE QUE HACER Y LA FACTURA SIGUE EN AUMENTO.
Ánimos Jordi! O salismo de esta o a tomar por culo con todo!! Un abrazo!!