Es verdaderamente lamentable, es una pena, pero tristemente es la realidad y parece que tenemos que vivir con ella, los taxistas y sus sindicatos violentan el estado de derecho con la complacencia de las autoridades de los tres niveles de gobierno.
Por una parte el temor sembrado en el sector oficial, por parte de los sindicatos, ante la posibilidad de conflictos sociales, revueltas, marchas y plantones e incluso violencia les impide actuar objetivamente y aplicar la ley. El temor incluye los costos políticos de enfrentarse a líderes sindicales y a grupos de revoltosos que transgreden leyes y reglamentos a sus anchas.
Por otra parte el peso electoral que eventualmente representan los taxistas y sus familias, también inclina la balanza en su favor, lo que les concede una impunidad que las autoridades permiten conscientemente fomentando con ello una violación permanente al estado de derecho y dejando en la indefensión al resto de la sociedad que tiene que aceptar y convivir con esas pandillas de malandros que en su enorme mayoría son los taxistas.
Es muy triste que los gobernantes permitan que se atente no solo contra el estado de derecho sino contra la competitividad, la modernidad y la libre competencia en pleno siglo XXI, en un País que requiere con urgencia de avanzar en esas asignaturas.
Es una pena, porque México es un país moderno y vanguardista a pesar de todos los retos y obstáculos que nos impiden crecer, un País que sigue ofreciendo una buena cara al mundo que nos visita y nos sigue allende las fronteras; un País que a pesar de nuestras falencias sigue siendo ejemplo para muchos, un País hermoso, grande y lleno de oportunidades. Por todo ello es una pena que en algunos rubros sigamos en el siglo XIX, como ocurre con el asunto de los taxis y sus gremios.
Gobernadores, Secretarios, Alcaldes y muchos funcionarios en todo el País, saben a cabalidad que los taxistas violan la Ley, que intimidan y amenazan, que no son competitivos, que su oferta es pobre y de pésima calidad y que no corresponden con el mundo actual y las exigencias de Calidad y vanguardismo que demandan los consumidores, tanto visitantes como ciudadanos, sin embargo los temores, los costos políticos y los conflictos de interés les impiden actuar.
Cómo es posible, por ejemplo que en el Congreso del Estado tengamos a una Diputada taxista, a una representante popular con un claro conflicto de interés promoviendo leyes e iniciativas para favorecer a su gremio perjudicando al resto de la sociedad.
Cómo es posible que un Diputado Presidente de la Comisión de Turismo, utilice la tribuna para apoyar a los sindicatos de taxis con acciones que claramente atentan contra el resto de los ciudadanos.
Por supuesto saben ellos y otros políticos, que están mal, que están obrando solamente por intereses personales, pero no les importa.
Los taxistas están en contra de UBER, pero también de los Aqua Taxis, de la Transportación Turística con placas federales, de las Agencias de Viajes y de todo aquello que signifique competencia. La Isla de Cozumel está secuestrada por el monopolio taxista que tristemente tiene como aliados a las autoridades locales y cuentan como sus brazos ejecutores hasta con la fuerza pública que está a su servicio.
Baja California Sur, no es muy diferente y la Impunidad Taxista también se hace notar evitando con ello el desarrollo completo de un Destino Turístico hacia la Competitividad. Los Cabos, destino pujante y dinámico también tiene que enfrentar el lastre de la movilidad condicionada por los ruleteros.
Puerto Vallarta y Nayarit no son la excepción y las historias de impunidad son como salidas de una novela.
Los taxistas apelan a los derechos humanos en alguna de sus ocurrentes e inconstitucionales iniciativas, y son ellos quienes atentan de manera permanente contra los derechos humanos de todos nosotros, de todos los ciudadanos.
¿Le interesará a los actores principales de la 4T, cambiar el Statu Quo de la movilidad en este País?
¿Podremos avanzar algún día hacia la modernidad en transporte público?
¿Podremos vivir algún día sin que se viole permanentemente el Estado de Derecho?
Lo mismo me pregunto ¿Podremos avanzar algún día hacia la modernidad en transporte público?
gracias por tu nota, espero que mucha gente la lea, dice la verdad,y está sustentada, la gente es ignorante y por eso esas basuras que se han infiltrado en el gobierno para apoyar ese tipo de delincuencia organizada violentan el estado de derecho, gracias por ser diferente y escribir esta nota, gracias por opinar y decir la verdad con bases técnicas es decir la idea de lo legal desde la constitución del estado de poder en que se han erigido esas porquerías de hampones, son impunes y delincuentes, operan en contubernio con la solapacion de los infiltrados en la autoridad jodiendo al pueblo y no hay nadie que pueda hacer algo ,por eso te digo que gracias y que ojala que mucha gente lo lea desgraciadamente esa gente es la gente del pueblo camaristas stewarts seguridad etc gentuza que tiene mas problemas en buscar que tragar que pensar en la violación de sus derechos por unos malditos mas ignorantes y hambrientos que ellos mugrosos de porquería que desde el gobierno y desde los malditos sindicato de taxistas y taxis delinquen organizada e impunemente en un estado de terror.