Las relaciones con las autoridades políticas es fundamental en un negocio como el aéreo, con tanta dependencia de la regulación, los slots, los permisos de nuevos aviones, los contratos públicos de gestión de viajes para las administraciones, sin olvidar la publicidad institucional. Ello explica la ofensiva en este apartado que en los últimos tiempos se está viviendo en Iberia, que no deja de ganarle terreno a su archirrival Air Europa.
Iberia puso hace un par de años su foco estratégico en mermar a Air Europa, como había revelado la portada de Preferente en su edición de mayo de 2015, y ello conllevaba también robarle cuota en influencia institucional, pues la aerolínea de Globalia tenía una de sus fuentes principales de actividad de ingresos del dinero público. Así se explica entre otros motivos la apuesta por el Imserso de la compañía de IAG, y de sus recientes esfuerzos por impulsar lobbies.
El último ejemplo de este eje estratégico se aprecia en que el presidente de Iberia, Luis Gallego, ha sido nombrado presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara de Comercio de España, sucediendo en el cargo a Simón Pedro Barceló. Además, desde la elección de Juan Cierco como responsable de relaciones institucionales de Iberia, la aerolínea ha impulsado un lobby de turismo de compras junto a El Corte Inglés.
Air Europa ha tenido en Manuel Panadero, director de Relaciones Institucionales de Globalia y ex alto cargo de Fomento, a un puntal para este cometido, con una gran labor también desplegada en América Latina, pero ahora acusan que Iberia haya decidido dar un paso adelante en su agresividad y busquen ampliar su influencia política.