Luego de tantos y tantos años de criticar la organización del Tianguis Turístico, y en los últimos años la poca asistencia de compradores, hoy debemos reconocer, cuando menos es lo que he recogido de muchos asistentes, que el Tianguis en Mazatlán ha sido un éxito rotundo.
No me apersoné a la ceremonia de apertura, por la pésima experiencia de ediciones anteriores, pero por lo que me comentaron algunos asistentes, en esta ocasión se respetó la puntualidad como nunca antes, los discursos fueron acertados y el convivio estuvo a la altura.
La nota mala, es que el estado mayor presidencial le arruinó la fiesta a Best Day, que tradicionalmente es la primera y mejor fiesta de todo el Tianguis desde hace más de dos décadas, pero bueno Best Day es quien es y su prestigio y vanguardismo se reconoce con o sin fiesta.
Lo que llamó mi atención positivamente es la cantidad de gente que atestigüé haciendo negocios en prácticamente todos los Stands del Tianguis. Compradores de todas partes del mundo, destacando entre ellos a Corea y otros países del medio y del lejano oriente.
Es de recordar que el año anterior en Acapulco, el Tianguis parecía un pueblo fantasma y las caras de todos los expositores eran de molestia, lo que contrastó radicalmente este año.
El recinto, maravilloso; amplio, cómodo, con buen aire acondicionado y excelente señal para el internet y la telefonía.
Bueno, y lo mejor fueron los mazatlecos en todos sentidos. Por una parte, parece que el Estado no se conformó, como han hecho todos, con la labor que hace o que debiera hacer el CPTM (Consejo de Promoción Turística de México), en materia de promoción. En este caso Sinaloa se puso las pilas, como decimos los mexicanos y le metió mano de manera importante a la promoción para atraer compradores de todo el mundo, pero no solo eso, se esmeraron en el arreglo y puesta en valor de la ciudad y sus atractivos que cautivaron a propios y extraños.
Hablemos de Mazatlán.
Hermoso enclave del pacífico mexicano, con maravillosa gastronomía, los mejores camarones, callos y otras delicias del mar de todo México, sin duda; bellísimo malecón y un romántico, encantador y cautivante Centro Histórico, con un parque lleno de palmeras, digno de una novela histórica.
Pero lo mejor sin duda es el alma, la simpatía, el sabor, el ritmo y la calidez de los Mazatlecos, de sus hermosísimas mujeres, de su acento norteño y de su hospitalidad que sin duda dejó a México a gran altura frente a turistas, compradores y gestores del turismo mundial.
Hay que trabajar sin duda en Mazatlán en la mejora de la infraestructura hotelera, en la calidad de los servicios turísticos y en elevar los estándares, para ponerlo a la vanguardia con los grandes destinos turísticos de playa a nivel mundial, pero estoy seguro que esta puesta en escena en el marco del Tianguis Turístico de México, contribuirá en gran manera.
Mazatlán es de esos lugares mágicos del mundo en el que se pueden comer los más frescos y deliciosos mariscos, en un ambiente relajado de provincia rodeado de sonrisas y calidez. Falta agregarle estándares de calidad para que se convierta en un icono de la gastronomía mexicana.
En suma, me parece un gran acierto del Gobierno mexicano el haber elegido esta sede; me parece loable y de exaltarse la labor que realizaron Gobierno, empresarios y sociedad en Mazatlán y Sinaloa en general para lograr esta magnífica puesta en escena, que estoy seguro ha dejado a la gran mayoría más que satisfechos, tanto a expositores, compradores y gestores del turismo en lo general.
Al César lo que es del césar.
La tiene muy, muy difícil Acapulco, para 2019….