Se nos quedan muchas cosas en el tintero, luego del primer año del ya no tan nuevo gobierno en Quintana Roo y sin duda habrán de retomarse. Se quedaron temas sin resolver en el 2017 ante la vorágine de acontecimientos y ante el tiradero que dejaron los muy nefastos y corruptos gobiernos anteriores, pero ya va siendo tiempo de que se corrija el rumbo y se ponga manos a la obra en tantas asignaturas prioritarias si se quiere en verdad un nuevo y mejorado derrotero para este querido Estado.
Lo primero es resolver el importante y trascendental asunto de la Transparencia con mayúscula. En el particular caso del tan discutido y trillado tema del impuesto al hospedaje que fuera creado para la promoción y que ya no se usa solo para eso, a un año de haber tomado las riendas el nuevo gobierno se hace necesario para dar certidumbre y credibilidad hacer un informe real, completo y detallado del estado en el que se encontraron los fideicomisos para la promoción, de las acciones que se emprendieron en el año que concluyó; del estado que guardan en la actualidad, de la situación financiera y cuales los planes y programas para el año que comienza. Seguimos a la deriva en materia de promoción.
Nunca es tarde para corregir el rumbo y si se quiere hacer equipo con empresarios y sociedad, la transparencia es un instrumento fundamental para ello. Esperemos que tanto informe como reunión de trabajo se den en los primeros días del año.
Pendiente también resolver el muy trascendente asunto del transporte y la movilidad en el Estado y particularmente en Cancún, en donde el caos vial es ya una constante.
Meter a los taxistas en cintura, poner orden; erradicar las malas practicas de Sintra (Secretaria de Infraestructura y Transporte), aprobar la formal y legal entrada de Uber; modernizar los sistemas de transporte público, corregir vialidades y aprobar con todo ello al mismo tiempo una nueva y moderna Ley de Movilidad y Transporte, son acciones todas, que se esperan desde el día UNO del Gobierno del Cambio y que los ciudadanos seguimos aguardando con ansia.
El tema no puede y no debe postergarse más, debe ser uno de los grandes regalos del nuevo año para esta sociedad quintanarroense.
Debe fomentarse un entorno en el que se privilegie el libre derecho de los usuarios, ciudadanos y turistas para elegir el tipo de transporte que más convenga a sus intereses.
No debe seguirse prolongando el mandato y la imposición de los grupos sindicales ni tener secuestrada a toda una sociedad por el afán y privilegios de unos cuantos, ya basta.
Desde luego que sigue pendiente y de manera muy especial el tema de la seguridad y todos los riesgos que la falta de ella implica. Deben erradicarse los delitos de todo tipo, desde el robo de casas-habitación, los atracos en la calle, hasta la balaceras y atentados que tanto nos asustan, preocupan y ponen en riesgo nuestra estabilidad económica y prestigio como destino turístico. El Estado en su conjunto debe garantizar como condición sine qua non, para obtener respeto, credibilidad y confianza, la plena seguridad de todos los habitantes y visitantes y debe ser esa su misión fundamental. Debe ser nuestro sueño compartido el poder caminar plácidamente por cualquier calle a cualquier hora, el sentirnos seguros en cualquier parte y el estar confiados de que la paz y tranquilidad además de ser nuestros activos sean garantes también de la buena estancia de los turistas que nos visitan.
La seguridad es una asignatura pendiente en la que habrá que emplearse a fondo y nunca serán suficientes los recursos y las acciones para alcanzarla plenamente.
Ciertamente hay cientos de asuntos por atender y además tener siempre en mente el tema político y el escenario electoral que formará parte central del 2018, pero aquí les dejo en resumen unos cuantos pero trascendentales asuntillos para entretenerse, que estoy seguro comparten mis ocho lectores.
Transparencia y rendición de cuentas; Promoción Efectiva y también transparente; Transporte moderno, vanguardista, eficaz, beneficiario de la tecnología, acompañado de nuevas y mejores condiciones de movilidad y desde luego Seguridad absoluta y total; contar con ciudades seguras en todo momento como base para un desarrollo integral y una convivencia armónica.
¿Será mucho pedir?…