Me queda claro, y las páginas de REPORTUR.mx son testigo, que quien siempre levantó la voz, quien puso el dedo en la llaga, quien ubicó el problema en su justa medida, y quien sigue generando ideas para combatir el sargazo, fue Carlos Gosselin, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún y Puerto Morelos.
Su llegada a la presidencia fue muy polémica, criticada por muchos, incluso por su edad, prácticamente 80 años, y esto sucedía dentro del propio organismo como desde la óptica de los que estamos afuera.
Sin embargo, al paso de los meses, Don Carlos nos ha sorprendido con un ritmo de trabajo intenso, ha sido paciente y conciliador. Por si fuera poco, ahora, que se necesitaba ser claro con un problema como el del arribo atípico de sargazo, que no se ignoraba pero se minimizaba y se hacían esfuerzos aislados sin repercusión, vino la voz del líder de los hoteleros: “Hay que considerar el problema del sargazo como contingencia”, declaraba a REPORTUR.mx.
De ahí se desprendieron toda clase de comentarios, muchos de que no había que alarmarse, otros que era una exageración. Pero la única verdad era que la llegada atípica de sargazo necesitaba una respuesta “atípica” de hoteleros y gobierno.
Las playas invadidas de sargazo en todo el litoral podrían fastidiar el único negocio que no ha sido afectado por la crisis de gobierno, y entonces había que cuidarlo. De hace una semana para acá, de no aparecer ante la “contingencia”, la secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu, convocó a juntas de gabinete, reunió a secretarios de estado, a titulares de dependencias, y otorgó recursos hasta por 150 millones de pesos.
Más vale tarde que nunca. Hoy, Carlos Gosselin insiste en que lo mejor es no permitir que el sargazo llegue a las playas, está decidido a hacerlo y junto con algún hotelero que todavía permanece en el anonimato ya construyen un barco tipo catamarán para hacer pruebas.
Aunque muchos los “tiran a locos”, la secretaria Ruiz Massieu ya dio la orden al “grupo científico” de la comisión multidisciplinaria para darle viabilidad. Otros hoteles, en este caso Bahía Príncipe, utiliza una alternativa que ha sugerido Gosselin, amarrar al boyado una red que detenga el sargazo antes de llegar a las playas, y ahí recogerlo con botes pequeños para llevarlos a lugares específicos.
Lo que es un hecho es que ha sido incansable el presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún y estoy convencido que gracias a su gestión hoy Cancún tuvo su mejor fin de semana en mucho tiempo en materia de sargazo en las playas.
La limpieza deberá seguir, pero hoy existen, ojos, manos y recursos que están de por medio en algo que la mayoría no quería voltear a ver, ni entender de que tamaño era el problema.