El mes del junio del 2016 en Quintana Roo se llevaran a cabo elecciones para elegir al nuevo gobernador, presidentes municipales y diputados en el congreso local. La pregunta que todos se hacen hoy en día es: ¿Con qué vara se medirá a Borge en la sucesión?
Si el rendimiento turístico fuera el principal criterio, Borge tendría, independientemente de lo que se diga, carta libre para nombrar a su sucesor, pues Quintana Roo ha vivido en los últimos 2 años su mejor momento en la historia. O quizá solamente por los estupendos resultados electorales de su partido en el estado, en las elecciones intermedias, si así fuera Chanito Toledo o Juan Pablo Guillermo, podrían ser los elegidos.
Sin embargo, para su mala suerte, la cosa no resulta tan fácil, Roberto Borge terminará su gestión con una enorme deuda pública que alcanza casi los 30 mil mdp, al tiempo que existe un enorme disgusto entre los empresarios por la forma como ha manejado los recursos en la promoción turística, ya que bajo su tutela los diputados cambiaron la ley, dando carta abierta al gobernador para manejar los recursos del impuesto al hospedaje, por lo que les quitan atributos, que antes tenían, para decidir.
Siguiendo en esa línea, hay quienes dicen que la sucesión recaerá en quien elija el Senador Félix González Canto, ex gobernador y predecesor de Borge,y de ser así, Mauricio Gongora llevaría la delantera. Y otros más se inclinan por la decisión central de apoyar al subsecretario de turismo Carlos Joaquín González, que ya fue diputado federal encabezando la comisión de turismo y presidente municipal en Solidaridad (Playa del Carmen).
Otras versiones dicen que Jorge Emilio González, mejor conocido como el “niño verde”, le estaría “cobrando” al PRI su alianza incondicional y de sacrificio, con la su candidatura para buscar la gubernatura del estado.
No falta mucho para que se vayan destapando los finalistas en esta carrera, que seguro no tendrá un final fácil y dócil, parecen demasiados tiradores para que los empujones no sean violentos.
Lo cierto es que la elección del próximo gobernador es fundamental para manejar al estado y sus recursos de una forma en la que se pueda consolidar al estado con todo su potencial turístico.
Quizá los otros partidos estén aguardando, pero por ahora tampoco lucen cabezas visibles que puedan incomodar al PRI, aunque después de el proceso de ungimiento, quizá por lo menos uno los pueda incomodar un poco.