Supongo que a 25 días de que se lleve a cabo el Tianguis Turístico de México, el ejecutivo federal, llámese Secretaria de Turismo o Presidente de la República, se han de preguntar una y otra vez, ¿por qué no cambiaron la sede del Tianguis cuando estaban a tiempo?
Las protestas de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg) no solo no se han tranquilizado, sino que se han polarizado. Hubo en los recientes días enfrentamientos en la costera Miguel Alemán, en el aeropuerto y existen amenazas de que redoblaran esfuerzos y que radicalizaran sus acciones de protesta.
Todo esto ya tiene un costo de imagen para Acapulco y por supuesto para México, tomando en cuenta que suceden las protestas y los enfrentamientos, mientras se desarrolla el Abierto Mexicano de Tenis, pero si llegaran a suceder durante el Tianguis el costo para el turismo seria fatídico.
Se ha dicho una y otra vez que una de las razones para no cambiar la sede era no dar la impresión de debilidad o que estaba la situación fuera de control, ¿qué no es así?
Bien dice el dicho, que para remediar un problema, primero hay que aceptar que existe y parece que en este caso no va por ahí. Estoy seguro que mientras los asistentes al Tianguis estén en la sede, el hotel Mundo Imperial, no correrán riesgos.
Sin embargo, la simple advertencia de que no salgan del lugar por seguridad, abonaría a una mala experiencia y este seria me parece, el mejor de los escenarios.
Por lo pronto, todos los esfuerzos y pronunciamientos nunca cambiaron sobre cual seria la sede, pero el desencanto ha sido tal, que nos hemos enterado que muchos de los que han dicho públicamente que sí asistirán, no lo harán a final de cuentas.
Incluso nos enteramos que algunos de los estados asistentes recibieron “enérgicos llamados de atención” (del CPTM) ante el esbozo de un “recule” respecto al tamaño de sus pabellones asistentes.
Por increíble que parezca y a pesar de todo esto, salió el CPTM a decir que seguramente, se romperán los records de participación en el Tianguis, fijados en Cancún el año pasado.
Esta declaración cuando apenas en Fitur se decía que aunque no se romperían récords, estarían en Acapulco los más importantes. ¿Por qué el cambio de discurso?
Y todavía nos preguntamos, ¿por qué seguimos en Acapulco?, cuando otros destinos como Cancún, Riviera Maya, Puerto Vallarta-Riviera Nayarit, Los Cabos y hasta Guanajuato, cerraron un estupendo 2014 y viven actualmente boyante actividad turística, sin riesgos para los ciudadanos, ni para los turistas, ¿qué necesidad?