El objetivo principal de la titular de la Sectur, Claudia Ruiz Massieu, en su visita a la última Fitur, fue el de convencer a los hoteleros españoles de que estuvieran presentes en el próximo Tianguis, que en contra de la opinión de una buena parte de la industria turística mexicana ha decidido mantener en Acapulco, de cuyo estado, Guerrero, le gustaría ser gobernadora.
Los inversionistas esperaban que una delegación tan nutrida de políticos como la que desplaza a Madrid cada año tuviera como fin último la promoción de sus destinos, que es la razón de ser de cada feria. Pero la sorpresa para ellos fue comprobar que el tema de mayor preocupación para las Autoridades mexicanas era usar una feria, Fitur, para asegurarse el éxito de otra, el Tianguis.
Claudia Ruiz Massieu llegó a ausentarse en la multitudinaria fiesta –más de 200 personas– que la Sectur celebró en la víspera del comienzo de Fitur en Madrid, donde a pesar de que el grueso de asistentes era mexicano –lo mismo que ocurre en el Tianguis–, sí se mostraron vídeos promocionales turísticos y Rodolfo López Negrete trató de vender las bondades del destino.
La titular de la Sectur solo fue visible un día después y fue variando el horario del encuentro con los hoteleros españoles, y al final acabaron acudiendo los herederos mientras los primeros espadas acudían a la cena que el Banco Popular Dominicano organizaba esa misma noche, donde no se encontraron sorpresas de que los políticos quisieran aprovechar el Turismo para sus ambiciones personales.
Los inversionistas, que no podían decirle que no a Ruiz Massieu luego de tanta insistencia, convinieron en privado lo arriesgado de mantener el Tianguis en Acapulco, y aunque reconociendo que quitárselo hubiera sido un golpe, recordaron que mantenerlo puede ser peor de haber problemas de seguridad o de infraestructuras como cortes en carreteras de acceso o en el aeropuerto.