Los hoteleros mexicanos dan la talla con el huracán Odile

El sector hotelero mexicano ha vuelto a dar la talla una vez más ante una catástrofe natural. La respuesta en Los Cabos al huracán Odile ha sido rápida y humana, y la mejor prueba de ello es que apenas si ha habido alguna queja de los turistas. Las cadenas locales, las norteamericanas y las españolas han reaccionado con la máxima diligencia posible y poniendo todos los medios a su alcance, aún con todas las dificultades que entrañan la falta de electricidad y el cierre del aeropuerto. No ha habido fallecidos, y esa es la mejor noticia, pues los daños materiales en unas semanas estarán olvidados. Las autoridades han tenido la mejor voluntad, aún con algunos fallos de informaciones que hubo que rectificar. Hoteleros y el CPTM irán ahora de la mano a los grandes mercados para recuperar un destino que venía creciendo y que aún está lejos de su madurez. Los Cabos tendrá que combatir el estigma de estar expuesto a ciclones, pero una respuesta como la dada es de una ayuda incalculable para trasmitir al mercado que es real la disposición de hacer todo para que cliente quede satisfecho.