Los buenos tiempos hay que valorarlos, y el año histórico que ha vivido Cancún y Riviera Maya no es seguro que vaya a repetirse porque sí en los años venideros, empezando por el que viene. Dos amenazas sobrevuelan a la hotelería local, la primera, el cierre federal en Estados Unidos, que de alargarse impactaría de lleno en las reservas, estando en riesgo nada menos que 700.000 turistas, y la segunda, la Reforma Haciendaria, que además de dejar sin beneficios a los hoteles –¿de qué les habrá servido entonces el año record?–, hará menos competitivo al destino, y las compañías tenderán por dar preferencia a otros polos turísticos como Dominicana, sobre todo. Se encarecerán así los costes energéticos, por ejemplo, lo que junto al IVA obligará a los hoteleros a pedir subidas de precios a los touroperadores. No obstante, a día de hoy la previsión de plazas aéreas es muy buena hacia el aeropuerto de Cancún, pero en una industria tan sensible como es la turística, dos embestidas de ese tipo, una por el lado de la demanda, y otra por el lado fiscal, pueden tener un impacto nada despreciable y algo preocupante.
ANÁLISIS
Cuidado: brotan dos amenazas sobre la Quintana Roo récord
Mónica Llibre | 16 de octubre de 2013 Deja un comentario
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