Aeroméxico detalló que utilizará dos aeronaves para esta misión. La primera es un Boeing 737-800, con capacidad para 160 pasajeros, que será utilizada para los vuelos de la Ciudad de México a Tuxtla Gutiérrez, en Chiapas, y Morelia, en Michoacán.
Posteriormente, usará un Boeing 787-8 Dreamliner, con capacidad para 243 pasajeros, para volar a Ciudad Juárez y, desde ese punto, al Aeropuerto de Ciampino, en Roma, en un viaje de aproximadamente 13 horas.
«Agradecemos a la Santa Sede y a las autoridades correspondientes la confianza depositada en nosotros para efectuar esta operación especial.
«Tengo la certeza que todos los involucrados lo harán con el mayor entusiasmo y dedicación, de manera que Su Santidad el Papa Francisco perciba la calidez que nos distingue como mexicanos y la excelencia en el servicio que nos ha convertido en la aerolínea que llena de orgullo a México en el mundo», dijo Andrés Conesa, director general de la compañía.
Un equipo de representantes de todas las áreas de Aeroméxico trabaja coordinadamente con las autoridades y el equipo de viajes pontificios para garantizar la seguridad de estas operaciones.
Durante tres de los viajes del Papa Juan Pablo II a México esta aerolínea fue la encargada de su traslado.
La primera vez fue en 1979, cuando lo trajo desde Santo Domingo, en República Dominicana, y lo envió de vuelta a Roma.
Durante la segunda, se llevaron a cabo vuelos a Veracruz, Aguascalientes, Durango, Chihuahua, Monterrey, Tuxtla Gutiérrez y Zacatecas, así como de regreso a Roma.
En 2002 sólo se proveyó el vuelo a la capital italiana.