La crisis por el Covid-19 trajo a los hoteleros grandes retos y más en ciertos destinos, en el caso de Quintana Roo, estado que más dinero genera a través del turismo, el número de visitantes cayó un 47%, lo que provocó una caída en la derrama económica de 58.6%, por lo que los hoteleros se vieron en la necesidad de lograr los ajustes necesarios para garantizar la seguridad de los visitantes, especialmente, en el departamento de alimentos y bebidas.
En el caso particular de Club Med, cadena hotelera all inclusive con presencia en 40 países, se logró una adaptación en tiempo récord para continuar ofreciendo la mejor experiencia a sus visitantes, y los ajustes que realizó en su oferta gastronómica se rigieron bajo el lema: mejor calidad, menor cantidad.
De acuerdo a Nikola Scellinger, chef ejecutivo del Club Med Cancún, tuvieron que trabajar en la presentación de los alimentos, y ahora, ofrecen a sus huéspedes sus especialidades en platos individuales. «Ya no ofrecemos el buffet donde los huéspedes podían tomar con pinzas los alimentos, sino que servimos de manera personalizada a nuestros comensales para garantizar su seguridad».
Profundizar la eficiencia, ser más creativos y dotarse de experiencias diferenciales, son algunos de los retos que enfrentan las cadenas hoteleras hoy en día dijo el chef ejecutivo, por ello destacó que en Club Med se han enfocado en la calidad de los alimentos, y se ha centrado en brindar mayor atención a la especialidad de platos individuales para así, evitar el desperdicio de comida.
“De los aprendizajes que nos ha dejado la pandemia es que antes los comensales llenaban sus platos de comida, pero solo consumían la mitad. Ahora, es mucho más fácil manejar la cantidad de las porciones y manejar una gama más alta en nuestros platos para que el comensal pueda deleitar su paladar con lo mejor de nuestra cocina”, agregó Schellinger.
Según datos del Banco Mundial, en el país se desperdician 20.4 millones de toneladas de alimentos cada año, un promedio de casi 158 kilos por persona, equivalente al 34% de la producción para consumo humano.
Schellonger aseguró que debido a la nueva normalidad, la inserción de estos ajustes ha traído una disminución del desperdicio de comida, pues el cliente sabe exactamente lo que quiere gracias a una presentación más cercana mediante la carta, de esta manera, los hoteles se han adaptado a las nuevas exigencias y van encaminadas a la sostenibilidad.
“Nuestra carta continúa siendo la misma, sabemos la importancia que hay en aquellos platillos que nos han dado distinción con nuestros huéspedes. Tacoarte sigue manejando lo mejor de la gastronomía mexicana; La Estancia continúa deleitando a los comensales con excepcionales cortes de carne; y en La Bodega ofrecemos lo mejor de la alta cocina”, añadió el Chef Ejecutivo de Club Med Cancún.
Finalizó diciendo que la situación de pandemia ha obligado al mundo a cambiar la forma de ver el servicio en el sector turístico. «La mentalidad de limpieza y desinfección vino para quedarse, y Club Med continuará brindando seguridad a la orden del día», dijo.