Un turista alemán estuvo a punto de ser linchado tras subirse a la pirámide de Chichén Itzá en el momento más sagrado. El hombre escaló hasta la cima burlando la seguridad y pese a que está totalmente prohibido. Algunos de los visitantes pidieron su “sacrificio”.
Además, lo hizo en el día más importante del año en este lugar sagrado, el equinoccio de primavera, cuando la sombra en las escaleras simula el descenso de Kukulkán, la serpiente emplumada.
No se pudo evitar que la multitud enardecida le golpeara, le insultara y terminaron enfrentándose contra agentes de la Guardia Nacional y del INAH.
Desde 2006, escalar esta pirámide está prohibido. Según la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos, el turista podría enfrentarse a una multa de entre 250 y 2.500 dólares, según Deutsche Welle.
A la cárcel y punto
Multa, deportación y que no ingrese durante 10 años al país.