Las compañías de cruceros necesitan disponer de propiedades en tierra para ofrecerlas a sus clientes pero también son una gran fuente de ingresos, además de haberse convertido una opción imprescindible desde el punto de vista operativo. De hecho, estas propiedades privadas en el Caribe ya son una fuente de ingresos para compañías como Carnival y Royal Caribbean.
«A la inmensa mayoría de la gente le encantan las islas», ha Business Insider Patrick Scholes, director general de investigación de alojamiento y ocio de Truist Securities.
Recientemente Disney Cruise Line ha anunciado que comprará Lighthouse Poing, una exclusiva propiedad frente al mar, que se sumará a una isla privada que tiene en propiedad. También Michael Bayley, presidente y consejero delegado de Royal Caribbean International, ha admitido que las islas privadas han experimentado una fuerte demanda.
Las empresas de cruceros tienen tres poderosas razones por las que los destinos privados gestionados por ellos mismos tengan tanta importancia.
En primer lugar los cruceros tienen un alto coste en combustible y por este motivo disponer de itinerarios cerca de estas islas en propiedad a solo una noche de navegación supone un importante ahorro económico.
El segundo motivo también es económico. Comprar una isla privada supone que todo el gasto que puedan hacer los cruceristas se queda en dichos destinos, que ofrecen muchas oportunidades para gastar dinero. Al no depender de otros operadores de excursiones, permiten a las líneas de cruceros quedarse con más beneficios a nivel interno.
El tercer motivo es la creciente oposición de algunos destinos a los cruceros, bien porque consideran que se dispara la contaminación o porque creen que los cruceristas masifican las ciudades. De hecho, algunas ciudades de Estados Unidos y Europa están limitando ya la llegada de cruceros a sus puertos. (Royal Caribbean lanzará otros 4 megabuques tras sus dos de récord)