La rebelión social del sur de Perú en contra del gobierno de Dina Boluarte está espantando definitivamente al poco turismo que quedaba en el país tras el golpe de estado que dio el ex-presidente Pedro del Castillo a principios de diciembre. Ahora, ante la grave crisis, el ministerio de Cultura, que gestiona Machu Pichu, ha cerrado el lugar a las visitas turísticas, para garantizar la seguridad de los viajeros, ahora en peligro, como reveló REPORTUR.mx (Perú: los disturbios de nuevo paralizan el turismo).
De hecho quedaban muy pocos turistas en la zona porque el aeropuerto de Cuzco, la ciudad a la que hay que volar para visitar las ruinas incas, estuvo sometido a varios cierres. Pero las cosas se han agravado este fin de semana con varios atentados a las vías férreas de las dos compañías de trenes que enlazan Cuzco y Ollantaytambo con Aguas Calientes, la base desde la que se sube a Machu Pichu. No hay otra manera de acceder a las ruinas, lo que puesto en riesgo el ferrocarril, el cierre parece inevitable.
Más allá de esto, las calles están viviendo episodios constantes de violencia. Desde que se desató la ola de violencia, unos 580 policías han resultado heridos. Puno, cercano a la frontera con Bolivia; Juliaca, también en las inmediaciones; Cuzco, la antigua capital inca, y Arequipa, la segunda ciudad del país, en el sur, son los lugares más conflictivos. Por su parte, ha habido incidentes en Lima, por el intento de toma de la ciudad por parte de las fuerzas vinculadas con el destituido Pedro del Castillo.
Yo no vuelvo a Perú ni loco es un país muy violento.
Tampoco vaya a Chichen porque los vendedores de todo, tienen secuestrada la zona arqueologica, igual que los taxis cancunenses secuestraron hoy al blvd Kukulcan.