Pocos fueron los gigantes turísticos latinos que lograron sortear la bancarrota, y entre ellos destacan Despegar-Bestday, Pricetravel, Aviatur, Decameron, Vidanta, Volaris, Viva, CVC-Almundo o GHL, encontraste a Latam Airlines, Avianca, Aeroméxico, Posadas y On Vacation.
Las agencias Despegar, CVC Corp y Aviatur evitar un destino del que no pudieron escapar otras firmas tan conocidas como la histórica CWT, que acaba de anunciar que se acogerá al capítulo 11, como publicó REPORTUR.us (Otra histórica en quiebra: CWT recabará capital ante alta deuda).
La consolidación de empresas turísticas se ha acentuado en este entorno, con la más relevante de la de Apple Leisure Group (AMResorts) y Hyatt, luego de que en los últimos años las grandes aerolíneas de Estados Unidos como United o Delta hayan acelerado su control de Avianca, Aeroméxico y Latam Airlines.
Hoteleras más enfocadas en las playas como Vidanta o Decameron consiguieron escapar de una reorganización de deuda supervisada por una corte judicial gracias a que su segmento goza de mayor margen de rentabilidad y mejores perspectivas de recuperación que el del turismo urbano, afectado por el hundimiento de viajes de trabajo.
Así, la mexicana Posadas, que es la cadena latina con mayor cifra de cuartos pero muy expuesta a la hotelería de ciudad, tuvo que prepararse para su acogimiento al capítulo 11, puesto que además en México no existieron ayudas a los trabajadores de los sectores más afectados por la pandemia como es el turismo.
Las aerolíneas con mayor flota de viajes de largo radio y más expuestas a los desplazamientos de trabajo también fueron las que tuvieron que declararse en bancarrota, mientras otras más jóvenes y con modelos más modernos como las low cost Volaris o Viva consiguieron ganar cuota, en contraste a Interjet o Tame.