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Alex Zozaya y Javier Coll tocaron el cielo con la venta de Apple Leisure Group a Hyatt, que les supone su salida del accionariado de la matriz de AMResorts luego de arrancar hace dos décadas, cuando contaban con apenas 30 años, un proyecto que les ha permitido representar como nadie el sueño americano en el terreno de los resorts.
–EXCLUSIVA mundial ‘Desarrollo‘: Hyatt comprará AMResorts
Zozaya, que había trabajado en Posadas, y Coll, que lo había hecho en Barceló y en Mac, pronto conectaron y coincidieron en su plan de que el emisor más potente de Estados Unidos como era Apple Vacations tuviera su propia hotelera, AMResorts, para asegurarse bajo su recaudo donde se concentran el grueso del margen de utilidades de todos los eslabones turísticos.
Era el 2001 cuando arrancaron con su primer hotel en Dominicana, con una ambiciosa visión entonces de ser multimarca, aunque la realidad acabó superando sus previsiones más optimistas, pues en solo veinte años lograron gestionar más de 30 mil cuartos en más de 100 resorts en el Caribe, el Pacífico, en el Mediterráneo, y en el Atlántico.
Zozaya, yerno del dueño de Apple Vacations, John Mullen, se hizo con el liderazgo del grupo, dando un salto en su visibilidad con su fuerte defensa del turismo durante la crisis de H1N1 en 2009, mientras Coll ejercía de cabeza pensante y ejecutor de una estrategia que el tiempo demostró como la más ganadora.
En 2012 dieron un salto histórico cuando la familia Mullen decidió vender al fondo Bain Capital, aunque los fundadores de AMResorts mantuvieron un pequeño porcentaje de capital, que conservaron también tras la segunda venta en 2016 a los también fondos KKR y KSL.
Los dos jóvenes artífices de la historia que mejor ejemplifica el sueño americano en los resorts demostraron su convencimiento de que su proyecto no tenía techo, ante la ventaja competitiva de contar con el mayor emisor estadounidense, y de que tanto los gigantes hoteleros como las grandes cadenas españolas tenían el foco disperso entre varios segmentos o regiones.
Zozaya y Coll, también junto a Gonzalo del Peón, impulsaron el ‘todo incluido’ y el modelo de gestión entonces inédito para la hotelería vacacional, lo que les permitió acelerar su crecimiento y profesionalizar la operativa, al ser necesario el trato con propietarios de inmuebles, haciendo así a su proyecto más sostenible e independiente de la participación de sus fundadores para su éxito futuro.
Desde sus modestos despachos a las afueras de Filadelfia, estos dos ejecutivos hoy recién entrados en la cincuentena pilotaron una expansión hotelera histórica con múltiples viajes por todos los destinos para evaluar terrenos, y también por las principales ferias del mundo para convencer a propietarios e inversionistas.
Al cumplirse el plazo de alrededor de cuatro años en el que los fondos financieros suelen vender sus inversiones, ambos se plantearon una salida a Bolsa, para lo cual desde hacía tiempo eligieron a un ejecutivo que les ayudase con la relación con accionistas y garantizase el porvenir del proyecto, como en primer lugar correspondió a John Hutchinson y hoy a Alejandro Reynal.
En 2016 los dos impulsores de AMResorts rechazaron la venta a capitales chinos por falta de sintonía cultural, y ahora eligieron por primera vez a un accionista industrial en lugar de por tercera vez a uno financiero, ya que la sinergia va a asegurar un mejor futuro a su obra profesional.
Hyatt era el perfil idóneo para ALG ya que no es tan grande como Marriott como para que el proyecto independiente pierda protagonismo, pero tampoco tan pequeño como para tener un programa de fidelidad sin millones de miembros, además de que por su experiencia en el vacacional con Ziva y Zilara entienden que la comercialización en este segmento es totalmente diferente al urbano.
Hyatt, al comprar el 100% de Apple Leisure Group por 2.700 millones de dólares, puso la guinda del pastel a esta fulgurante carrera con la transacción hotelera del año a nivel mundial, gracias a un camino donde Zozaya y Coll fueron pioneros, innovadores, audaces, y cumplieron su palabra hasta incluso quedarse cortos en las expectativas, motivo por el que se ganaron el aprecio y la admiración constante de toda la industria turística vacacional.
