El copresidente de Barceló, Simón Pedro Barceló, asegura que en Estados Unidos sus hoteles “todos se han mantenido abiertos”. “En Latinoamérica se ha dado una situación intermedia. De nuestros 40 establecimientos nunca cerramos diez y en verano abrimos otros diez”, llegando así al 50%, detalla.
“Estamos viviendo una situación que nunca antes nos hubiéramos podido imaginar”, reconoce el copresidente del Grupo Barceló, Simón Pedro Barceló. “Se trata de una circunstancia que nos ha tomado a todos por sorpresa y nos ha afectado de forma gravísima”, lamenta (Barceló: “Algunos hoteles no podrán abrir hasta la temporada que viene”).
El hotelero se refiere al boom de las reservas de última hora, tendencia que ha obligado a las cadenas hoteleras a trabajar en muchos casos a ciegas. “Hemos estado abriendo hoteles con previsión de ocupación a 30 días del 5% o el 6% y hemos acabado el mes con porcentajes superiores al 30%”, revela el empresario (Barceló: así es el plan de reapertura de sus hoteles en Europa).
“Vengo de una empresa hotelera vacacional intermediada que prácticamente vendía con un año de antelación o de una temporada a otra, y ahora tenemos el nivel más alto de la historia de última hora, con cada vez más gente que llega en la misma noche y se queda”, relata.
Simón Pedro Barceló saca pecho por la gestión del grupo en los años previos a la pandemia de Covid-19. “Hemos llegado a esta crisis más fuertes que nunca”, resalta en un coloquio organizado en la Casa de América, en el que ha hecho hincapié en que “el nivel de endeudamiento es el más bajo de nuestra historia y los activos de propiedad, los mayores” (Barceló renovará su programa de pagarés para afrontar la crisis).
No obstante, como avanzó en primicia preferente.com, los resultados del grupo correspondientes al ejercicio 2019 distan de los logrados en 2018 (Los resultados del grupo Barceló, en detalle). Por ejemplo, su beneficio neto fue de 134,6 millones de euros, lo que supone un retroceso del 25,5% en comparación con los 180,3 millones alcanzados en 2018. La deuda financiera neta también muestra una tendencia negativa, pasando de los 197,4 millones de 2018 a 50,3 millones en 2019.
Pese a ello, cabe destacar que el conglomerado empresarial lleva cinco años con beneficios anuales de tres dígitos después de haber protagonizado una espectacular evolución, especialmente en el periodo comprendido entre 2014 y 2017. Asimismo, su deuda financiera actual nada tiene que ver con la de años atrás. Por ejemplo, en 2015 rozó los 540 millones de euros.
Pese a la solidez con la que asegura afrontar esta crisis, Simón Pedro Barceló reconoce que, “evidentemente, hacemos algunos cálculos que nunca antes nos habíamos planteado”. “Uno es cuánto me cuesta tener un hotel cerrado y qué actividad debo tener para que sea parecido mantenerlo abierto que cerrado. Han permanecido abiertos cuando se daba esto”, explica.
Por otro lado, Barceló opina sobre los pasos que han de darse para contribuir a la ansiada recuperación de la actividad turística. A su juicio, “la seguridad no se logra recortando aforos, sino aplicando protocolos”. Defiende que el riesgo no aumenta si la ocupación de un avión es mayor, siendo lo realmente crucial que “no entre nadie contagiado”. “Eso se consigue con test; se puede hacer más y mejor”, resalta.