Delta, que no vende los asientos del medio de sus aviones, está acelerando su plan de reconversión de la flota. Por un lado, retirará 383 aviones –el 30%– hasta 2025. Además, ha reducido sus compromisos de compra en más de 5.000 millones de dólares hasta 2022, uno de los factores que ha agravado la crisis del fabricante norteamericano Boeing.
Delta Air Lines reportó en el tercer trimestre de este año una pérdida neta de 5.379 millones de dólares, mientras que en el mismo periodo de 2019 la compañía reportó ganancias por 1.495 millones de dólares. Sus ingresos se desplomaron un 76% hasta los 3.062 millones de dólares, mientras que en el ejercicio anterior, la aerolínea reportó 12.560 millones de dólares.
Durante los primeros nueve meses del año las pérdidas de la compañía ya alcanzan los 11.630 millones de dólares. Ed Bastian, director ejecutivo de Delta, ha destacado que dichos resultados demuestran la magnitud de la pandemia en su negocio y señaló que los ingresos totales ajustados de 2.600 millones de dólares disminuyeron un 79 por ciento con un 63 por ciento de menor capacidad en comparación con el año anterior.
Asimismo, destacó que el total de los gastos de operación, que incluye los 4.000 millones de dólares de los puntos relacionados con el Covid, disminuyó en 1.000 millones de dólares con respecto al año anterior. Ajustados por estos puntos y las ventas de refinerías de terceros, el gasto operativo total disminuyó 5.500 millones de dólares o el 52 por ciento en el trimestre de septiembre en comparación con el año anterior, impulsado por los menores gastos relacionados con la capacidad, los ingresos y la sólida gestión de costos en el negocio.
Bastian señaló que al final del trimestre de septiembre, la compañía tenía 21.600 millones de dólares en liquidez, y durante el trimestre de septiembre, la quema de efectivo promedio fue de 24 millones de dólares diarios y 18 millones de dólares diarios para el mes de septiembre.
Sin embargo, el directivo aseguró, pese a estos resultados, que los clientes han sido una gran motivación para salir adelante y a medida que más personas viajen están viendo un camino de mejora progresiva en sus ingresos, resultados financieros y el gasto diario de dinero en efectivo.
Las acciones que está tomando la compañía ahora para cuidar de su gente, simplificar su flota, mejorar la experiencia del cliente y fortalecer su marca permitirá a Delta acelerar la recuperación post-Covid, destacó el directivo.
En lo que se refiere a los ingresos operativos, los del trimestre de septiembre disminuyeron un 79 por ciento en comparación con el trimestre de septiembre de 2019, debido a que la demanda de viajes aéreos sigue estando bajo una presión significativa. Los ingresos de los pasajeros disminuyeron un 83 por ciento con un 63 por ciento de menor capacidad, y los flujos de ingresos no relacionados con los pasajes se han desempeñado relativamente mejor que los ingresos de los pasajeros, con una disminución del 60 por ciento en los ingresos totales por lealtad y del 25 por ciento en los ingresos por carga.
«Con un aumento lento y constante de la demanda, estamos restableciendo los vuelos para satisfacer las necesidades de nuestros clientes, a la vez que nos mantenemos ágiles con nuestra capacidad a la luz del Covid-19», dijo por su parte Glen Hauenstein, presidente de Delta.
Aseguró que aunque pueden pasar dos años o más para ver un entorno de ingresos normalizado, el restaurar la confianza de los clientes en los viajes y construir la lealtad de los clientes ahora, les permitirá crear la base para un crecimiento sostenible de los ingresos futuros.
Recientemente como publicamos en REPORTUR.mx la aerolínea anunció el reinicio de sus vuelos a partir de este 2 de octubre del Aeropuerto Internacional Hartsfield (ATL) de Atlanta al Aeropuerto Internacional El Dorado (BOG) de Bogotá, en Colombia. Los vuelos operarán cuatro veces a la semana en equipos Boeing 767-300. (Delta recupera vuelos a Centro y Sudamérica)