Aeroméxico se encuentra en conversaciones con el Gobierno mexicano para obtener mayor liquidez ante la crisis a la que la ha llevado la pandemia por Covid-19. Así lo ha expuesto Andrés Conesa, director general de la compañía en conversación con los analistas, publica El Universal.
En dicha conversación, Conesa ha explicado que está intentando que el Gobierno les permita pagar la turbosina en un plazo más largo, negociar el pago de algunos derechos aeroportuarios como el servicio a la aeronavegación y otros en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México y obtener líneas de créditos de la banca de desarrollo, señala el citado medio.
Con todo, ha reiterado que no están pidiendo ningún rescate y ha subrayado que lo que buscan es más apoyo por parte del Ejecutivo para obtener una mayor liquidez ante la incertidumbre de los mercados que provoca, entre otras cosas, una incapacidad para poner un precio a las extensiones de deuda.
Aeroméxico enfrentó el inicio de la alarma sanitaria con una fortaleza financiera que le permitió mitigar riesgos y proteger el flujo de efectivo de la compañía que genera más de 16.000 empleos, aunado a las diversas acciones que implementó como aportación salarial de todos sus colaboradores hasta en un 50%, programa de permisos sin goce de sueldos, programación de rotación de tripulaciones, negociación con grupos aeroportuarios, proveedores y arrendadores de aeronaves, como en su momento adelantamos en REPORTUR.mx (Aeroméxico: los cambios a bordo obligados por el Covid-19).
Con todo, la compañía ha visto caer sus ingresos en un 14% en el primer trimestre del año alcanzando los 14.074 millones de pesos (Aeroméxico ingresa un 14% menos en el primer trimestre).
Para el caos y mal servicio que ofrecen, mejor no darles ni un céntimo más. Su principal accionista se salió y Delta comienza a dar signos de abandonar el Joint venture. Sería mejor que se preparen para la quiebra, que ya esta a punto.