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Diversos organismos empresariales consideraron que no es buen momento para aplicar el incremento del 3 al 3.5 por ciento de impuesto al hospedaje en la Ciudad de México debido a la baja ocupación y de tarifas en la industria.
La Asociación Mexicana de Agencias de Viaje de la Ciudad de México (AMAV), la Asociación de Hoteles de la Ciudad de México (AHCM), la Cámara de Comercio Servicios y Turismo (CANACO) y la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), lamentan que la mayoría de los diputados del Congreso de la Ciudad de México hayan aprobado el paquete económico 2020, el cual incluye un incremento del impuesto al hospedaje de 3 a 3.5%, así como el 4.5% a las bebidas alcohólicas.
Los organismos empresariales consideran, en una nota a la que tuvo acceso REPORTUR.mx, que la competitividad de México y la capital como destino turístico está estancada y disminuida, lo que se refleja en menores tasas de ocupación con menor tarifa, por lo que consideran no es el momento adecuado para dicho incremento.
Comunicaron que los porcentajes de ocupación han estado hasta tres puntos abajo en comparación al 2018 y la tarifa promedio se mantiene en $1,890.00 siendo que el año pasado alcanzó hasta los $2,066.00.
Tan solo en el 2018, la derrama económica por ocupación hotelera fue de 91,241.6 millones de pesos al cierre del año. Este año, hasta septiembre del 2019, según cifras de la Secretaría de Turismo de la Ciudad de México, tan solo fue de 53,080.09 millones de pesos, en comparación con septiembre del 2018, que fue de 66,667.5, lo que refleja una disminución importante en la generación de divisas.
Entre los factores que han mermado la actividad turística, se encuentran la percepción de inseguridad, la competencia desleal a través de la hotelería informal, la desaceleración económica mundial, así como la incertidumbre política actual del país, por lo que el incremento al impuesto de hospedaje es un factor determinante para que los visitantes decidan no venir a la Ciudad de México.
Informaron que la infraestructura hotelera en la capital es de 620 hoteles con aproximadamente 52 mil cuartos y crean 12 mil empleos, del millón que genera el turismo en la ciudad, por lo que este incremento además de impactar en la inversión, repercutirá en la generación de empleos. La hotelería formal de la ciudad ha insistido en la urgencia por regular a los establecimientos de hospedaje informal que pretenden ofrecer el mismo servicio pero sin cumplir con los estándares que garanticen la seguridad de los turistas, sin duda la inversión en la hotelería se seguirá viendo disminuida al no existir igualdad de condiciones.
Sin embargo la industria turística de la Ciudad de México están en la mejor disposición de redoblar esfuerzos en materia de promoción y difusión, a través de estrategias que permitan revertir este incremento y así seguir posicionados como uno de los mejores destinos del país.
Cabe destacar, que desde el origen del impuesto al hospedaje, fue creado para promoción y ha sufrido modificaciones, pasando del 2 al 2.5 % hasta llegar al 3% en el 2014 y ahora para el 2020 será de 3.5%, por lo que se espera que lo recaudado, tal y como lo establece el Código Fiscal, se destine al Fondo Mixto de Promoción Turística para promover, fomentar y mejorar la actividad turística de la CDMX que genera el 8% del PIB en la capital.
Asimismo en cuanto al incremento a la venta de bebidas alcohólicas argumentaron que los consumidores ya pagan 26 por ciento de IEPS, más 16 por ciento de IVA y ahora con esta reforma se adiciona un 4.5 por ciento. En suma, el consumidor pagará 46.5 por ciento de impuestos, una carga impositiva desproporcionada que afecta al consumidor y a los establecimientos que venden bebidas alcoholicas de manera preponderante y que generan miles de empleos en la Ciudad.
Reiteraron que con la promoción se disminuye el efecto de las malas noticias y es la única forma de que la industria turística se mantenga en los primeros lugares en la creación de empleos, generando divisas e inversión y ofreciendo servicios y atractivos que nos consolidan como mejor destino.
El «impuesto hotelero» fue creado precisamente para crear el Fondo de Promoción Turística de cada uno de los Municipios que lo impusieron. La Ciudad entonces era entonces capital del Distrito Federal que, gracias la imaginación marciana de sus legisladores, se convirtió en Entidad Federativa bajo el nombre de Ciudad de México y sus Delegaciones Políticas se convirtieron en «Alcaldías». Al día de hoy, no sé si el impuesto hotelero de la Ciudad va al Fondo de Promoción de la Alcaldía que lo genera, o si va a la Tesorería de la Ciudad de México como entidad federativa. Averiguaré y prometo informarles.
Por ahora, me parece que los arriba mencionados, están haciendo una tormenta en un vaso de agua: De veras afectará al turismo, incluyendo viajes de negocios y familiares, un medio punto de aumento en el impuesto? Deberían de ocupar su tiempo en cosas más importantes y productivas, como por ejemplo, que el impuesto sea aplicado efectivamente para los fines que fue creado: PROMOCION. — Y, cómo puede aplicarse a promoción si en la Ciudad de México no existe un órgano promotor — que yo sepa? Existe la Secretaría de Turismo de la Ciudad de México, pero… órgano promotor? Que mi amigo MacKinlay por favor me ilustre.