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Meliá, la hotelera con más cuartos en el Caribe con alrededor de 20 mil junto a AMResorts y Riu, mantuvo en los primeros seis meses de 2019 el volumen de ingresos y de beneficios similar al que registró en el primer semestre de 2018, pese a que este año los tres grandes destinos de la región –Cancún/Riviera Maya, Punta Cana y Cuba– experimentan un declive por motivos diferentes.
Meliá, así, ingresó en el primer semestre de este año 869,3 millones de euros, un 1,1% menos, aunque los ingresos sin contar con las plusvalías experimentaron un aumento del 0,3%, mientras el beneficio bruto de explotación (Ebitda) fue de 216,8 millones de euros, un 0,7% menos interanual (Cuba anuncia un declive de turistas del 20% en junio de 2019).
Meliá, liderada por Gabriel Escarrer, mejoró la cifra de ‘ingreso medio por habitación disponible’ (RevPar) global en un 0,4%, más pronunciada en el segundo trimestre por el efecto «semana santa» en el primero y explicada sobre todo por la evolución de precios (Escarrer desgrana la “triple transformación” de Meliá).
Meliá, de este modo, obtuvo un beneficio neto de 43,5 millones de euros en el primer semestre del año, un 25,4% menos que en el mismo periodo de 2018, una caída que la cadena justifica por el impacto de los 12 millones de plusvalías por revalorizaciones registradas en 2019, así como los cambios en la industria que han afectado a algunos mercados.
Por mercados, Meliá sufrió un retroceso en América. En concreto, las zonas más afectadas fueron República Dominicana y México debido a «una campaña cuestionando la seguridad alimentaria del destino» que se sumó a la problemática de la región, como el «sargazo» y la percepción de inseguridad en zonas como Cancún y Riviera Maya.
Mientras que en Europa y norte de África tuvo un buen semestre, sobre todo, gracias al impulso de Alemania, Italia, Reino Unido y Francia. En Asia, la región en la que se centrará la estrategia de crecimiento futura de la compañía, los hoteles gestionados reportaron también resultados positivos (Lleno hotelero histórico en Jamaica, Bahamas y Aruba por la crisis del Caribe hispano).
En España, la compañía divide en dos su papel. Por un lado, los hoteles urbanos vieron incrementarse su ingreso medio por habitación disponible un 6,3%, impulsados por las ciudades de Madrid y Barcelona con crecimientos de doble dígito, pero también por Valencia o Sevilla (cercanos al doble dígito), mientras que, por otro, el vacacional sufrió una caída del 6,5% por la recuperación de los países competidores y la bajada de las conexiones aéreas. «Nuestros resultados confirman la brecha ya señalada en el último informe de Exceltur entre el excelente comportamiento de los destinos urbanos españoles, y la ralentización de los destinos vacacionales», explica en un comunicado el vicepresidente ejecutivo, Gabriel Escarrer.
De cara a los meses de julio, agosto y septiembre, las expectativas de Meliá para los hoteles urbanos espñaoles son «muy positivas», sobre todo en Madrid y Barcelona, mientras en el segmento ‘resorts’, las reservas están «ligeramente por encima» del año anterior para este trimestre en la costa peninsular, se aprecia «estabilidad» en Mallorca y «un cierto declive» en Canarias, Menorca e Ibiza. No obstante, la cadena advierte de que la temporada «se verá influenciada por las ventas de último minuto».
En el resto del mundo, Meliá apunta a cautela en el caso de América y positivismo en Europa con «buenas perspectivas» en Alemania, Reino Unido e Italia. También, en Asia. Así, Meliá espera un crecimiento global de RevPAR de «dígito bajo», por las subidas de precios y la mejora del margen a nivel de EBITDA.
