Thomas Cook, Hotelbeds y Edreams coinciden en afrontar el futuro lastrados por un elevado endeudamiento que les impide disponer de la misma capacidad de maniobra de sus competidores para impulsar el crecimiento en el futuro, sin apenas activos con los que poder obtener recursos inmediatos, como recoge esta sección Fin de semana de análisis en REPORTUR.
Thomas Cook es el segundo mayor grupo turístico mundial tras Tui, y un ejemplo de modelo clásico al que han adelantado otros más frescos, pero también proyectos más jóvenes como Hotelbeds, que es de largo el mayor bedbank mundial, o Edreams Odigeo, la mayor agencia online europea, sufren una situación similar.
Los gigantes con base en Londres, Palma y Barcelona coinciden en estar en manos de fondos financieros ya sea a través de cotizar en Bolsa o no, y sus pilotos actuales tienen que lidiar con una enorme carga financiera en un contexto en el que se les han agotado las vías para lograr rápidos y amplios crecimientos.
La carga de pasivo supone también unos elevados costes financieros con tasas de interés elevadas que hace poco atractivo para los inversores apostar por ellas con inyecciones que les permitieran acometer nuevos proyectos, ya que los bancos se quedan el grueso de la rentabilidad de sus negocios.
Estos gigantes emisores carecen asimismo de apenas activos que poder vender para financiarse, ya que apenas disponen de patrimonio inmovilizado ni subdivisiones donde desinvertir, con lo que el escenario más probable para que refloten pasaría porque fueran absorbidas por otros gigantes más saneados.
Booking, Expedia, Amadeus, o algún fondo con participación en otros gigantes turísticos emergen como los candidatos con más sentido y sinergia para acudir a corto o a medio plazo al rescate de estos grupos, y evitar situaciones ya conocidas como las de Orizonia.
Como otra de las marcas turísticas más reconocidas afectadas por su deuda también está Norwegian, con escaso margen para captar financiación, mientras en España El Corte Inglés ha emprendido un ambicioso plan para vender inmuebles, y Globalia busca cualquier fórmula para repatriar su dinero retenido en Venezuela.
Thomas Cook ha optado por poner a la venta su aerolínea para lograr recursos con los que poder seguir cumpliendo sus compromisos financieros, mientras Hotelbeds hizo lo mismo vendiendo a Tui su negocio de receptivo, que era uno de los más rentables.
El origen del elevado endeudamiento de Hotelbeds y de Edreams viene de sus propias operaciones de venta apalancadas sobre ellas mismas para ampliar el monto que se llevaron sus propietarios, lo que les ha limitado sus posibilidades de crecimiento.
Thomas Cook se ha visto afectada por la irrupción de nuevos competidores, principalmente de venta online como Jet2 o On the beach, mientras Hotelbeds se ha visto sorprendida por el empuje de proyectos como el de Expedia Affiliates o Webbeds o World2Meet (W2m), mientras Edreams se ha visto adelantada por los metabuscadores y Booking.
Pero al mismo tiempo, Booking y Expedia afrontan un presente en el que ya se han ralentizado también sus rápidos y amplios crecimientos de las últimas décadas, y tras consolidar a una buena parte de la industria y ampliar su cuota, cada vez sus opciones de mantener esos incrementos solo pasa por adquirir modelos complementarios.
En este contexto, estos gigantes estadounidenses emergen como favoritos para hacerse con los grandes grupos europeos ahogados por las deudas y su incapacidad para transformar sus modelos y lograr financiación, siendo proyectos de los cuales solo podría aumentar su rentabilidad con compradores que aportasen sinergia.
Los gigantes emisores europeos están así en la mira de las principales tecnológicas estadounidenses y de los fondos de ese país, que ha atestiguado históricamente como los dos mayores grupos mundiales del turismo eran europeos, hasta que las online afloraron y hasta que el emisor chino despertó.
Hoy, tres representantes del turismo europeo como su segundo mayor grupo vertical, el mayor banco de camas mundial, y la mayor OTA del continente coinciden en ser víctimas de un ratio de endeudamiento sobre beneficios muy elevado, y con apenas activos para hacer caja.
Con ello, se espera que el negocio turístico europeo acelere la mudanza de su control a manos de capitales estadounidenses o incluso asiáticos, todo ello teniendo en cuenta que ya el principal accionista de Tui es un oligarca ruso, y el mayor dueño del capital de IAG es un qatarí, a la vez que la mayor cadena urbana española está controlada por tailandeses, de modo que solo las hoteleras vacacionales quedarían como únicas grandes fuerzas turísticas en manos europeas.