Los pasajeros vienen denunciando de forma creciente su sensación de desamparo ante las cancelaciones de las aerolíneas. Los clientes amplifican su malestar en las redes sociales porque consideran que las compañías aéreas no responden con inmediatez ante las incidencias, como recoge esta sección Fin de semana de análisis en REPORTUR.
Las noticias de pasajeros que se quedan tirados ante los imprevistos que padecen las aerolíneas pueblan con cada vez más frecuencia las pantallas. Todo ello se agudiza en un verano especialmente caliente en cuanto a huelgas de compañías aéreas y de servicios aeroportuarios.
La mayoría de casos las aerolíneas demuestran eficacia a la hora de informar y recolocar a sus pasajeros, así como de darles alojamiento inmediato. Pero también siguen existiendo las veces en las que las oficinas de las compañías aéreas tienen la persiana echada y el cliente queda a la interperie a la espera de noticias.
El caos aéreo de las últimas semanas con las huelgas también de controladores en Francia ha acentuado estas situaciones, y en determinados casos las aerolíneas han fallado en su respuesta. Muchos son los pasajeros que han quedado desamparados lejos de sus casas sin conocer el plan que esperan de su compañía aérea.
Las aerolíneas han demostrado en los últimos tiempos una mejora a la hora de gestionar el efecto de las incidencias para sus pasajeros, pero aún queda claro que hay camino por recorrer. Hoy pocos dudan que las compañías aéreas tienen medios para poder responder siempre y de inmediato ante las incidencias.
Las low cost son las que más críticas sufren por esta sensación de desamparo, en especial en un momento en el que se han lanzado a por los vuelos en red, con las dificultades que ello conlleva. Además, padecen más que el resto hueglas como las de controladores en Francia, que es donde se ubica el grueso de su travesía.
Los vuelos intercontinentales quedan al margen de la mayoría de críticas de los pasajeros, salvo en contados casos en el Caribe en el que la respuesta de las aerolíneas es inmediata ofreciendo alojamiento y alternativas pese al elevado coste que les supone.
En cambio, en el caso de las low cost, la respuesta es en ocasiones tardía o nula, y se detectan falta de estándares y protocolos para gestionar al pasajero que sufre una cancelación, en especial si ello le conlleva tener que pernoctar hasta que es recolocado.
Una de las principales quejas de los usuarios es que las oficinas de las aerolíneas en los aeropuertos permanencen cerradas, y que muchas veces, en el caso de que estén operativas, los propios empleados carecen de información sobre cómo proceder ante las incidencias.
En España, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), dependiente de Fomento, aseguró a finales de julio que dispondrá inspectores en los principales aeropuertos para comprobar que en las distintas huelgas se cumple con los derechos de los pasajeros.
Sin embargo, las huelgas permiten más planificación, mientras fenómenos meteorológicos como tormentas suelen coger más desprevenidos a las aerolíneas y muchos de los malestares de los pasajeros se concentran en estas situaciones, que demuestran falta de planes ‘b’ por parte de las compañías aéreas.
Las hoteleras y los touroperadores vienen quejándose del efecto que para ellas tienen este tipo de incidentes, para el que reclaman más medios para poner respuesta, que a su juicio están al alcance tanto de las aerolíneas como de las autoridades.
Hay que subir la calidad del servicio por parte de las aerolíneas y por tanto han de tener más medios para hacer frente a las eventualidades que son muchas más que en cualquier otro ámbito y eso pasa por un aumento de precio de los billetes sin duda alguna. Esta ahora en manos del cliente escoger. Ya, hoy por hoy puede escoger entre buen servicio (ej. LH ) o low cost y la gente escoge low cost. Tenemos lo que pagamos, son más.