Miami es la capital mundial de los cruceros. Reúne los dos requisitos fundamentales para ello: de un lado, está a las puertas del paraíso que es el Caribe, donde las islas son maravillas, el clima inmejorable y los atractivos incontables; del otro, mucho más importante, Miami es el puerto caribeño del país más rico de la Tierra, cuyos habitantes disponen de un poder adquisitivo absolutamente incomparable con el resto del mundo. Ricos, pues, ante un entorno ideal, la fórmula perfecta para la industria del crucero, en la que Estados Unidos tiene el dominio absoluto con las dos grandes navieras mundiales: Carnival y Royal Caribbean, como recoge esta sección Fin de semana de análisis en REPORTUR.
Sin embargo, durante décadas, los cruceros que partían de Miami tenían un cierto absurdo: evitaban Cuba, la isla más fascinante, más grande y seductora de todo el Caribe, debido a la situación de las relaciones políticas. Los grandes paquebotes navegaban alrededor de la isla, prácticamente como quien salvaba un obstáculo que estaba precisamente en sus narices. El tradicional enfrentamiento entre Estados Unidos y Cuba, que es el resultado de la confrontación de dos regímenes políticos y económicos absolutamente opuestos,
Pero, el deshielo en las relaciones que lanzó Barak Obama con su celebrado viaje a Cuba ha cambiado todo. Ahora los cruceros sí visitan Cuba, de forma que los americanos ya tienen a su alcance un destino llamativo, exótico, atractivo, aunque a veces por causas tremendamente curiosas. Y, por eso, las grandes navieras están adaptando su oferta para incorporar Cuba, con lo que ello supone en cuanto a encanto, a diversidad y a originalidad.
De hecho, como siempre, Alaska y desde ahora también Cuba son los principales atractivos que las agencias de viajes americanas consideran como fundamentales en sus productos de crucero. La patronal de cruceristas (ya sabe, Royal Caribbean, Carnival y Norwegian –nada que ver con la aerolínea–, son los líderes absolutos de este negocio, propietarios incluso de la gran mayoría de las navieras que usted conoce, incluida Costa) ha hecho un estudio para saber qué busca el cliente y descubre, por este orden, las siguientes particularidades: primero, que la venta de cruceros sigue al alza; y segundo estudian y analiza los destinos y, pese a los huracanes, el Caribe sigue a la cabeza de las preferencias, con Alaska ocupando un lugar relevante. Y cuando hablamos del Caribe, ahí el otro dato, Cuba emerge con fuerza, con una fuerza inesperada.
LAS PREFERENCIAS.Para seguir sabiendo qué quiere el cliente americano, o sea el primer mercado en poder adquisitivo, hay que profundizar en este estudio: primero, Alaska sigue vendiéndose estupendamente, con el elemento nacionalista de que son viajes caseros porque parten de Seattle y recorren la costa americana del último estado en incorporarse a la unión. En segundo lugar, Cuba: los agentes de viajes encuentran que Cuba está saliendo bien, que al cliente le interesa conocer esta isla y que el comunismo de los Castro parece que encuentra atractivo entre los americanos. El estudio pregunta a los americanos por qué quieren viajar a Cuba, y aparecen allí las razones: primero, porque es un destino misterioso y exótico; segundo porque es una cultura no familiar, y en menor medida, para verse con familiares y amigos, lo cual refleja el mercado de emigrantes de origen cubano.
En otras palabras, el negocio del crucero, que tiene en Miami su gran mercado, su gran industria, que se ha asentado en varios itinerarios normalmente saliendo y retornando a Miami, visitando varias islas del Caribe, encuentra ahora otro gran impulso con Cuba, que ha aparecido para captar parte de la clientela que había y para crear un nuevo flujo de visitantes.
Refuerzo de cruceros. En abril, como reacción a los datos absolutamente brillantes que da el mercado, Carnival Cruise Line anunció públicamente que introduce para 2019 otros veinte cruceros a Cuba, en el Carnival Paradise, pero desde Tampa. Cuba, como se sabe, está tan próxima a Miami que el viaje requiere bastante menos que una noche, el tiempo ideal para un salto. Así, Carnival puede partir de otros puertos, más baratos y con capacidad de seducir a otros clientes. Asimismo, un poco antes se había anunciado que el Carnival Sensation hará diecisiete cruceros adicionales a Cuba, pero desde Miami, lo que demuestra también el éxito de este destino. Los viajes desde Tampa se suman a los ya existentes y los de Miami también.
Estos viajes tienen la virtud de que son cercanos, que permiten crear productos de cinco días y permiten incluir otras escalas interesantes en lugares próximos como Key West, en Estados Unidos, o Cozumel, en México, en la península del Yucatán.
Cuba resuelve una carencia de los cruceros por el Caribe: la escasa aportación histórica. En general, las islas más pequeñas tienen gran interés por su naturaleza, pero están faltas de oferta cultural y patrimonial que no es el caso de La Habana y otros destinos cubanos.
UN AÑO EXCELENTE.El gran impacto de los nuevos cruceros a Cuba, que inyecta un fuerte impacto económico positivo en una industria ya masiva y consolidada, se confirma precisamente en un año en el que, tras los huracanes de 2017 se temía que pudiera haber problemas para mantener la clientela. Porque el Caribe tiene un problema de relevancia que son sus huracanes. Por este motivo, las navieras lanzaron un programa de descuentos para prevenir un retroceso de la demanda, pero finalmente, no ha sido necesario extender estas medidas a todo el 2018.
Vean cómo van los cruceros, según los propios agentes de viajes consultados en este estudio de la patronal: el 41 por ciento de los agentes dicen que las ventas de cruceros han subido un diez por ciento o más que el año pasado (el año pasado este porcentaje era del 38 por ciento) –no deja de ser difícil de entender que la patronal de las navieras consulte a los agentes de viajes cómo están vendiendo los cruceros, cuando ellos, como patronal y sus socios como empresas, disponen de estos datos con mucha más fiabilidad). Otro 22 por ciento de los agentes de viajes habla de aumentos entre el 6 y el 10 por ciento, también más que el año pasado.
La encuesta sí aporta un dato original: incremento importante –en términos relativos, porque es un nicho bastante pequeño– de la demanda de cruceros fluviales, especialmente para Europa.
MÁS GASTO QUE NUNCA.Otros datos, no accesibles por parte de las navieras, pero sí por parte de los agentes de viajes, indican que los americanos están más dispuestos que antes a gastar dinero en viajes. Ocho de cada diez viajeros o clientes aumentan su gasto anual en viajes, lo cual se extiende también a los que optan por cruceros. Algunos, un 26 por ciento, llevan este aumento de gasto a más del diez por ciento, lo cual es en términos macroeconómicos un incremento considerable. Si tenemos en cuenta que Cuba es un destino relativamente barato para las navieras –especialmente por su cercanía– podemos confirmar que el negocio del crucero en el Caribe vivirá en 2018 su mejor año de la historia, si los huracanes lo permiten.