La industria vacacional española prevé que esta temporada alta suponga romper la racha de crecimientos de turistas que la hotelería viene registrando estos últimos años. Cada ejercicio hasta ahora ha sido de récord, y cunde la sensación de que por diversos motivos será imposible seguir creciendo, como desgrana esta sección Fin de semana de análisis en REPORTUR.
El resurgir de los destinos mediterráneos contemporáneos es un hecho, a lo que se le añaden efectos como el Brexit, los impuestos a los turistas en Baleares, la quiebra de aerolíneas vacacionales como Air Berlin y Monarch, así como la incertidumbre política en Cataluña o la imagen de saturación de los últimos años.
Los datos de reservas en los principales touroperadores alemanes para el verano que viene confirman que el mar Rojo y Túnez vuelven al mercado con más fuerza que nunca. Hurghada, uno de los destinos de más nivel de Egipto, está registrando un aumento de ventas del 72 por ciento.
En estos momentos, cuando se llevan producidas muy pocas reservas, Hurghada es el primer aeropuerto en vuelos desde Alemania para este verano, por encima de Palma. Es lógico que esta diferencia desaparezca más adelante, aunque inicialmente es un dato llamativo.
El mismo fenómeno de retorno con fuerza de la demanda está teniendo lugar en Grecia, donde Creta tiene aumentos del 29 por ciento, Kos del 65 y Rodas del 26. Y aún más inesperado, Turquía vuelve con gran fuerza, con Antalya teniendo aumentos de reservas en Alemania del orden del 49 por ciento, lo que permite pronosticar un verano 2018 que, si no es igual que antes de la crisis, poco le faltará.
En cambio, las reservas para Mallorca han crecido un 2 por ciento, que es impresionante teniendo en cuenta el excelente punto de partida, mientras para Canarias las reservas no varían, con caídas moderadas para Fuerteventura, Gran Canaria y Lanzarote y aumentos en Tenerife Sur.
BALEARES. En la pasada World Travel Market, el consejero delegado de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer, alertó de que el impacto de la ecotasa balear se verá a medio-largo plazo y criticó la “decisión política” de duplicar el importe en un año, sin siquiera contar con el sector.
La competitividad de Baleares como destino turístico del mercado británico se está viendo seriamente reducida tras la recuperación de destinos competidores, la inestabilidad de la libra esterlina a causa del “brexit” y el aumento de precios derivado del la aplicación de la ecotasa.
Profesionales baleares en la WTM destacaronn la “sensibilidad del mercado británico a los precios que se ofrecen”. En este sentido, el incremento de impuesto de turismo sostenible, que se multiplicará por dos para la temporada alta próxima, no ha sido bien recibido a la hora de colocar los paquetes de estancias para 2018, de lo que se están beneficiando destinos competidores como Turquía, Túnez o Egipto.
El Govern balear insiste en su estrategia de reclamar una menor cantidad de visitantes, intentando que sean sustituidos por más turistas en invierno y por visitantes de mayor poder adquisitivo en la temporada alta. El Ejecutivo no aventura cifras de reservas y comenta que estás serán “similares” a las de la temporada anterior, pese a que los hoteleros alertan de caídas de hasta el 7 por ciento por la imposición de la ecotasa.
NUBARRONES. La quiebra, hace unos meses, de la aerolínea Monarch, también es otro factor que azuza al pesimismo, ya que que ha provocado la pérdida de prácticamente uno de cada diez aviones de la oferta regular que por ejemplo unía Gran Bretaña y Canarias, dejando al Archipiélago sin 670.000 plazas aéreas y 520.000 visitantes, según los datosde Promotur.
En Mallorca, Air Berlin desarrolló un modelo estupendo, con hub en Palma, que terminó por llevarse por delante a todas sus rivales, y consiguió una muy respetable cuota de negocio en temporada baja, con lo que virtualmente se había hecho con una mina de oro que antes se disputaban muchísimas otras compañías.
En el entorno de 2005, la aerolínea berlinesa llega casi al control absoluto de este mercado, momento a partir del cual, poco a poco, desde posiciones tremendamente humildes –léase, aeropuertos marginales–, Ryanair e Easyjet comienzan a rascar lo que pueden, hasta llegar a una quiebra que deja a Baleares como la principal afectada.
A todo ello hay que añadir que el Brexit ha provocado una gran inseguridad jurídica en las aerolíneas británicas, pues para no perder los derechos de vuelo tras la crisis que generó el Brexit, Inglaterra debe renegociar los acuerdos de sus aerolíneas con los demás países de la UE, que ya han dado el visto bueno y han aceptado pasar a una nueva fase en la conversación con el objetivo de discutir un nuevo marco
Pero en la lista de amenazas a corto y medio plazo para el turismo español –junto al repunte de los destinos competidores, el Brexit, o las quiebras de Monarch o Air Berlin–, ahora ha surgido una nueva y con un potencial dañino particularmente grave como es la realidad hoy día de que no hay pilotos en Europa para tanta demanda de vuelos.
Los touroperadores españoles y europeos así lo confirman a Preferente: una de sus grandes preocupaciones en estos momentos no es el alza de los precios hoteleros a España, o la concentración de su oferta en nuestro país, sino la falta de pilotos que empieza a hacerse alarmante, dado que los comandantes y copilotos están yéndose cada vez más a China y el Golfo ante los sueldos que cuadruplican lo que se paga en Europa.
CATALUÑA. Internamente, España afronta también el problema político en Cataluña, que ya el pasado noviembre se manifestó con el descenso de la llegada de pasajeros británicos a aeropuertos catalanes en un 9,4 por ciento interanual, una caída sin precedentes que contrasta con el crecimiento sostenido de las demás comunidades autónomas, entre las que destaca Canarias, donde crecieron casi el 5 por ciento, mientras la llegada de alemanes en Cataluña también cayó un 3,9 por ciento.
Ante ello, el Gobierno ha emprendido hace unas semanas una ofensiva para aumentar su respaldo para el turismo en Cataluña, tras la escalada de tensión durante el pasado octubre que provocó una caída de las reservas en hoteles, y que provocó un bajón turístico que se extendió en el mercado nacional por toda España.
España está más cara que nunca para el turista, y el país ya lo pagó a finales del pasado verano, cuando se registró un descenso de la ocupación aunque se logró una subida de los ingresos, aunque ante la sensación de saturación, esto tiene visos de volverse en contra del Sector y frenar este 2018 la racha histórica de récord turístico tras récord de los últimos años.