Después de varios dimes y diretes y de mucho estira y afloja, por fin la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales aprobó el polémico proyecto Hard Rock Riviera Cancún de 1800 habitaciones, el cual se construirá en el kilómetro 17.5 del bulevar Kukulcán y estará a cargo de la firma RCD Resorts, de Roberto Chapur, operadora en México de la franquicia de hoteles Hard Rock.
Algunos grupos ambientalistas como Gema (Grupo Ecologista del Mayab) y el propio Centro Mexicano de Derecho Ambiental (los que ganaron el amparo definitivo en contra de Malecón Tajamar) ya se habían opuesto a esta construcción por los altos riesgos que supone para las dos áreas naturales protegidas en donde se pretende construir los Manglares de Nichupté y el Parque Nacional Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc.
El proyecto fue ingresado a Semarnat como Hotel 15-15, evitando ser relacionado con la marca Hard Rock, pese a que en el 2015 aunque no contaban aún con los permisos para su construcción, el mismo Roberto Chapur, presidió una conferencia de prensa donde se colocó la primera piedra, bautizado desde ese entonces como Hard Rock Riviera Cancún.
La inversión aproximada de este hotel del que señalan será un ejemplo de desarrollo sustentable que cumplirá a cabalidad con la normatividad aplicable, se estima que sea de 225 millones de dólares, proveniente en parte de financiamiento de bancos mexicanos y recursos propios del grupo de inversionistas.
“Será un proyecto muy representativo para Quintana Roo, y un inyecctor de nuevas y mejores fuentes de empleo para miles de empresas y familias del estado”, advirtió Chapur en su momento.