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Barceló Viajes apreció hace un par de años que el producto tradicional del Caribe —Cancún, Punta Cana y Cuba— ya estaba siendo cada vez menos atractivo para un grupo de clientes que ya tenían manido el destino y decidieron abrir un nuevo producto del mismo nicho aunque en el Índico, con los paquetes a Isla Mauricio aprovechando que una cadena española como Riu acababa de abrir, como desgrana esta sección Fin de semana de análisis en REPORTUR.
Gabriel Subías, que es uno de los mayores expertos en vender el producto Caribe, apreció que el tipo de cliente que viaja a los resorts de Punta Cana o Riviera Maya también tenía todos los ingredientes para que se viera atraído por un lugar como Mauricio, y las cifras le dieron la razón en la primera temporada, con resultados por encima incluso de lo esperado.
Así, Evelop, la aerolínea del Grupo Barceló, decidió mantener para este año su oferta hacia la isla del Índico, y profundizó en la estrategia de diversificar destinos de playa de larga distancia, añadiendo Jamaica para este verano, después de comprobar que el hecho de que no sea un país de habla hispana ha tenido tirón entre los españoles como ha ocurrido con Mauricio.
Siguiendo esta línea de diversificar destinos de playa de larga distancia, el otro operador como Wamos decidió también aventurarse a abrir un enclave inédito para los españoles, y como adelantó en primicia preferente.com durante la pasada Fitur, anunció vuelos a Guatemala, triangulando una ruta con Cuba.
Así, los propios operadores españoles son los que están ampliando la oferta en el Caribe, de modo que los tres destinos tradicionales se han visto afectados, a lo que cabe añadir los planes en el resto de enclaves emergentes, con más tirón entre los principales mercados de la zona.
Todo ello ha provocado que la inversión hotelera en el Caribe se esté desplazándose de sus tres grandes polos hacia el resto de destinos del Caribe, como Jamaica, Aruba, Costa Rica, Haití, Panamá, Turks&Caicos o las Islas Vírgenes, que son los enclaves turísticos donde está creciendo de forma exponencial el desarrollo de resorts particularmente por cadenas no españolas, aunque también las de ese país buscan ampliar su presencia en estos destinos emergentes.
Hoteleros de primerísima fila confirman esta nueva prioridad ante la cierta saturación a la que se pueden ver expuestos destinos como Cancún y Riviera Maya, con 80 mil habitaciones ya, que pese a contar con muchas ventajas como las conexiones aéreas y unas culturas locales ‘pro-turismo’, pueden perder encanto para el viajero que busca más personalización, además de que las buenas temporadas últimas han hecho que los precios se hayan puesto por las nubes.
Así, Costa Rica o Panamá han venido sumando nuevas aperturas de resorts como de Sunwing, AMResorts o Riu, mientras Aruba también acogerá el desembarco de enseñas como Iberostar o de la cadena de Apple Leisure Group, mientras espera que las próximas elecciones en Estados Unidos clarifiquen su entrada en Cuba.
Cadenas como la colombiana Decameron o la jamaicana Sandals son ejemplos de dos enseñas que han sido capaces de convertirse en hoteleras de enjundia sin necesidad de estar en los tres grandes polos del Caribe, lo que de alguna forma prueba que en el resto de la zona pueden conseguirse también resultados fructíferos.
Cartagena es también otro destino pujante, al que se sumará AMResorts, que anunció la apertura en 2018 de un complejo hotelero de su marca Now Resorts con capacidad para 400 personas, en un enclave donde Meliá, Iberostar y BlueBay ultiman su entrada y donde Barceló, NH y Celuisma ya tienen presencia.
