1 comentario El fuerte crecimiento de la industria turística que se ha reflejado en Los Cabos en los últimos dos años pudiera representar un serio problema para la población de este importante destino, al no ver el mismo ritmo de crecimiento en la obra pública de la comunidad, lo que detonaría en una crisis social, advierte Paloma Palacios, presidenta de la Asociación de Hoteles de Los Cabos (AHLC).
Para la representante de los empresarios, es necesario que a la par del desarrollo turístico, el cual contempla la apertura de cuatro mil 500 cuartos en los próximos dos años, también se haga un proyecto de infraestructura pública, pues finalmente será demandado por la comunidad en el mediano y largo plazo.
Comentó que gracias a la expansión de este importante polo turístico, el cual cerró el 2016 con una ocupación promedio de 84 por ciento, y prevé alcanzar 87 por ciento para este año, se ha notado a la par la llegada de familias y pobladores que vienen a sumarse a las filas del empleo detonado por el turismo, lo que implica un reto para las autoridades locales para que satisfagan sus necesidades de servicios públicos.
Palacios detalló que tan sólo para este año se tiene contemplada la apertura de dos mil 900 llaves, mientras que las otras mil 600 estarían listas en 2018. Los cuales se sumarían a los 14 mil existentes en Los Cabos (Más de 10 complejos hoteleros abrirán en Los Cabos durante 2017).
Otro pendiente que detalla la empresaria es el fomento de la conectividad aérea, así como la capacitación y profesionalización de los prestadores de servicios turísticos, con el fin de mantener los niveles de calidad que han caracterizado a este destino, ante un exigente nivel de viajeros.
En los años 89-90 formé parte de los equipos de apertura de dos hoteles en Los Cabos y siempre recordé con cariño y nostalgia lo que por aquellas fechas era casi una aventura. Las calles estaban sin asfaltar y se veían muchas camionetas de californianos del Norte que venían a pescar el marlin. Las infraestructuras dejaban mucho que desear y por lo que leo y también me cuentan conocidos que allí han estado el desequilibrio entre la iniciativa pública y la privada, entre lo puramente turístico y lo social se va acentuando. Pasará como en Ibiza, que no habrá lugares donde alojar al personal necesario para que todo aquello funcione. Y que se habrá perdido aquel halo entre aventurero y pionero de este destino que era su activomás importante.