La aplicación Airbnb, y en general los departamentos y casas que se rentan a turistas sin estar registrados como negocios, siguen haciendo ruido a los hoteleros que pagan impuestos que son regulados de múltiples formas, tanto operativas como fiscales, sobre todo cuando se calcula que en este verano, los más de 3 mil cuartos, casas o departamentos ofertados en Cancún serán rentados.
Lo cierto es que lo hoteleros no han encontrado una forma de contabilizar con exactitud de qué tamaño es la oferta, pero se presume que en todo Quintana Roo podría haber más de 10 mil alojamientos en oferta de este tipo.
La peor noticia es que algunos expertos en ventas de viajes en línea como Amadeus ha dicho que es probable que en un futuro cercano puedan ofrecer este tipo de oferta. Su argumento es que la economía colaborativa es una parte de la industria del viaje que “esta aquí y ha venido para quedarse”.(Amadeus contempla integrar en un futuro a plataformas como Airbnb).
El problema se ha tratado localmente con los municipios que intenta fiscalizar a quienes usan este tipo de estrategias de venta de alojamiento, pero el asunto incluso ha escalado a la Secretaría de Turismo federal.
Carlos Gosselin Maurel, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún y Puerto Morelos, reconoció que esta App afecta a la operación del turismo tradicional hotelero, no solo de México, sino en todo el mundo.
Los hoteleros no quieren ser clasificados — pero tampoco quieren la competencia de Airbnb, a cuyos afiliados los clasifica el propio cliente. A ver como le hacen para que SECTUR también les «de la mano» con este otro problemita que tienen….
Los hoteleros son voraces, no tienen llevadera, a pesar de la devastación ecológica que causan y los suelos misaeables que pagan, pero los políticos, sus cómplices y mitos son los peores en esta historia como en muchas otras, por que solapan todo a cambio de un dinerito.