Gabriel Escarrer Jaume, vicepresidente y consejero delegado de Meliá Hotels International, ha consolidado ampliamente su liderazgo tanto del Turismo en general en España como de la hotelería vacacional a nivel mundial, gracias a que en sus años como primer ejecutivo de la cadena ha logrado reposicionar marcas, activos y hasta destinos, mientras afronta en este 2016, en el que se cumplirán 60 años desde que su padre fundase el grupo, la meta estratégica de replicar en Asia el hito que supuso el desembarco español en la hotelería del Caribe, como desgrana este medio en su sección Fin de semana de análisis en REPORTUR.
Durante estos primeros meses del año, Meliá revelará su Plan Estratégico 2016-2018, cuyo principal atractivo es la prioridad a expandirse en Asia. Será una de las grandes obras de Escarrer hijo, conocido cariñosamente entre el Sector turístico como ‘junior’ (Meliá abrirá su primer hotel de cinco estrellas en Irán).
Este plan promete convertirse en otro punto de inflexión para el turismo español y mundial que protagoniza su cadena, con la expectativa de dejar un legado similar al que disfruta hoy la industria gracias a la visión y valentía de su padre (Las cadenas españolas siguen a Meliá y se vuelven globales).
La hoja de logros del heredero hasta la fecha, no obstante, ya sería un hito y digna de una carrera profesional de oro. El sexto de los hijos del patriarca quedó en 2009 al frente en solitario de la gestión de la hotelera, y no era el mejor año para ello. La cadena contaba con unos mimbres de ensueño dejados por el fundador, pero también afrontaba algunos desafíos que ‘junior’ ha acertado a resolver, en paralelo a que la economía occidental ha ido repuntando.
Los resultados en esos ejercicios eran reflejo del estancamiento de la demanda, en especial en los hoteles urbanos, donde el precio de ciertos alquileres afligía a la hotelera. A ello se le unía las tensiones con la deuda, con lo que tuvo que reducirse el monto previsto para las inversiones (Por qué decidieron reducir deuda las grandes cadenas españolas).
La respuesta del menor de los Escarrer Jaume fue reconvertir el modelo, americanizándolo, y adoptando lo que se conoce como una estrategia de ‘asset light’, con menos propiedades pero más establecimientos en cartera, dando como fruto el ‘boom’ de aperturas que en estos años vive Meliá (Meliá tiene para incorporar más cuartos que nunca: 15 mil).
El cambio también afectó a la política de marcas del grupo, reposicionando a Sol y potenciando en la expansión a Paradisus, ME o Innside, de modo que se adelantó a lo que ha sido la pauta que han seguido las grandes hoteleras mundiales desde la irrupción de Airbnb, cuya respuesta ha sido crear más marcas (Meliá: “Queremos expandir a Asia los ‘todo incluido’ de Paradisus”). En paralelo a ello, también tejió alianzas globales clave, como con las chinas Jin Jiang y Greenland, y las norteamericanas Wyndham y Starwood.
Pero su liderazgo fue más allá que en su propia empresa. Consciente del peso que tiene, lideró la reconversión del principal anhelo de la política turística española: la reconversión de los destinos maduros. Magaluf ya es hoy otra gracias al empeño de Gabriel hijo, y marca la senda al resto de zonas sobre cómo se debe renovar un destino obsoleto.
Pese a tratar de ser correcto con los temas políticos, por responsabilidad y compromiso con su sociedad no ha podido abstraerse de dar su opinión sobre algunos puntos polémicos, y defender siempre al con frecuencia denostado ‘sol y playa’, que ha sido un sustento de la economía española en sus peores años.
El fundador de Meliá fue designado en los albores del cambio de milenio como ‘Personalidad turística del siglo’ por la revista Preferente, y tres lustros después, su hijo menor encabezó el ranking REPORTUR de los 12 líderes del Sector menores de 50 años con mayor proyección en América Latina (Dossier REPORTUR: los 12 líderes turísticos latinos con más futuro).
Desde la plataforma que supone esta región, y con especial hincapié en Cuba, ‘junior’ concibe que el diferencial de su cadena y el de las españolas para el liderazgo global debe concentrarse en destinos concretos con vínculos históricos a la par que en el segmento de los resorts, sin fronteras (Escarrer resume en 4 puntos el porqué de su liderazgo en Cuba).
Por todo ello, Gabriel hijo, un hombre comedido y humilde, respetuoso pero también decidido, está más que consolidado ya al frente de una nueva generación de líderes españoles globales, representando para el Turismo de su país algo similar a lo que por ejemplo Ana Botín, la presidenta del Santander, significa para la banca, para el Turismo vacacional mundial lo que Bill Marriott a la hotelería urbana.
Un líder global —su padre era llamado ‘el emperador’ por sus amigos— y un embajador de España y para todo sector turístico vacacional del mundo en un futuro donde gracias a su visión habrá un peso más igualado que hoy entre los trópicos americanos y asiáticos en lo referido a la industria hotelera de los resorts.