El anunciado intento del Sindicato de Taxistas Andrés Quintana Roo de echar a andar una aplicación, en este caso Quiero Taxi, que pudiera funcionar como lo hace Uber en muchas ciudades del mundo, ha sido un total fracaso ante la falta de interés de la mayoría de los taxistas.
Uber, y cualquier servicio similar que no tenga placa de taxi, es considerado ilegal en el estado de Quintana Roo, luego que el congreso estatal blindó con una artículo en la ley de transporte, la entrada de este servicio a destinos turísticos a donde llega mucha gente que está acostumbrada a utilizarlo en su ciudad de origen (Promueven en congreso de Quintana Roo “ley anti Uber”). La puesta en marcha de este servicio fue revelada por REPORTUR.mx (Listos taxistas de Cancún para ir vs. Uber; lanzarán “Quiero Taxi”)
Quiero Taxi es una aplicación diseñada por una empresa de Querétaro, que después de lanzar el servicio, no atinaba a resolver el funcionamiento de la aplicación en los dispositivos Iphone, lo que limitaba la cantidad de posibles usuarios y desestimó el uso entre los taxistas. En continuas ocasiones cuando se utiliza la aplicación no aparece ningún carro disponible en la zona, por lo que la mayoría continua utilizando el Radio Taxi, aunque fuentes del sindicato de taxistas, aseguran que insistirán hasta que puedan brindar un servicios de calidad.
El Sindicato de Taxistas insiste en brindar los servicios que Uber ofrece, por lo que anunció su servicio Black con autos de lujo que deben ser solicitados vía Quiero Taxi y estarán ubicados por lo pronto en puntos cercanos a los hoteles de lujo. La tarifa que cobrarán será mayor a la habitual y utilizarán vehículos BMW, Jaguar, Hummer y Audi.
Aclaran que todos estos autos tiene placas de taxi, aunque no serán rotulados de la misma forma que los que prestan el servicios regular.
Algunas agencias de viajes que utilizan autos de lujo para atender a sus clientes, consideran una invasión a los servicios que prestan, y que los taxis están yendo más allá de los servicios para los que tienen concesión. Sin embargo, aseguraron a REPORTUR.mx que no tomarán medidas legales pues también consideran que por ahora no son un riesgo para su negocio. pero sí estarán atentos a como operan en esta nueva modalidad.
Que el «quiero taxi» de Quintana Roo haya fracasado, es una lección para los «legisladores» quintanarroenses. El caso les dice que las leyes, per se, no obligan. Los legisladores creyeron proteger a sus taxistas (elementos de fuerza de choque en campañas políticas)al legislar en contra de UBER y proteger en cambio a «Quiero Taxi». Los clientes buscaron UBER y no lo encontraron. Encontraron en su lugar a «Quiero Taxi» y no les satisfizo. Resultado: Quintana Roo dejó de entrar al primer mundo del servicio de transporte privado de pasajeros. Gracias, señores legisladores.