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Una vez que se ha conseguido normalizar por completo el transito en la carretera Cancún-Playa del Carmen, vendrá una segunda etapa, en la que se determinará a través de 3 diferentes tipos de estudio que causo el socavón que desquició al Cancún y Riviera Maya el pasado jueves, en el kilómetro 307+ 500.
Fernando Escamilla Carrillo, titular de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SINTRA), destacó la labor de coordinación entre autoridades del gobierno federal y estatal para estabilizar la situación en menos de 24 horas, aunque reconoció que las labores técnicas y de infraestructura utilizadas son de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes coordinadas incluso por el propio Secretario Ruiz Esparza.
Ahora que las cosas están tranquilas, Escamilla explicó a REPORTUR.mx que se realizarán tipos de estudios técnicos para determinar cual fue la causa del hundimiento de la carretera y, de ser necesario, hacer los trabajos pertinentes para que no vuelva ocurrir.
Por el momento, la carretera quedará con una pequeña desviación, pero que no impide el flujo continuo de los vehículos, para permitir en esta misma semana, realizar 3 tipos de estudios que ya se están desarrollando, la primera es perforar hasta 15 metros, en el punto de la falla, se están haciendo en varios puntos.
Un segundo método es el de radar, se utilizan ondas de alta frecuencia muy precisas, tipo un ultra sonido, pero tiene un alcance limitado a 10 metros de profundidad, y esto da una idea de cómo está el bajo continuo debajo de la carretera. Y un tercer método es eléctrico, se basa en meter impulsos eléctricos, siembran unas varillas en una se lanzan los estímulos eléctricos y en otro se mide la velocidad, el rebote se deduce si hay roca, sascab, agua, este método llega un poco más profundo, hasta 25 metros.
Con esto, dijo el secretario, además de la parte visual utilizando un drón y entrando a la caverna, se podrán tomar las decisiones adecuadas. Si se detecta que hay agua a poca profundidad, “no se descarta incluso hacer un pequeño puente para no correr ningún riesgo en una carretera tan importante, pero todo dependerá de los diagnósticos que se obtengan.
El secretario Escamilla no descartó que, una vez que se terminen los trabajos en este punto, se puedan hacer estudios en algunos otros puntos en los que haya sospecha de que pueda haber un hundimiento. Pero aclaró que por ahora se trabajará lo más rápido posible para dar solución a este problema específico.
La Secretaria de Comunicaciones y Transportes tiene grandes expertos y aunque esta carretera mueve a más de 30 mil coches al día, hay que poner las cosas en su justa dimensión, ya que no tiene comparación con el tráfico en una autopista México-Puebla, o México-Querétaro.
