Deja un comentario Las negociaciones realizadas la semana pasada por la Secretaría de Turismo de Jalisco y entidades turísticas de Puerto Vallarta para contrarrestar los warnings emitidos por el gobierno de Estados Unidos, para que las empresas cruceristas como Caribbean Carnival no atracaran en Puerto Vallarta, cumplieron su cometido de mantener el flujo de turistas, ya que el crucero Carnival Miracle arribó a Puerto Vallarta este martes con dos mil 980 pasajeros, reporta El Financiero.
Celebrity Cruises canceló la parada de su buque Infinity en Puerto Vallarta después de que Royal Caribbean, como reveló REPORTUR.mx, hiciera lo mismo con su barco Jewel of the Seas ante la ola de narcoterrorismo que está provocando violencia entre los criminales y las autoridades locales, en unas medidas de “precaución” a las que se sumó también un buque de Disney.
Ante esto las autoridades turísticas de Vallarta se reunieron con representantes de las navieras, y lograron que Celebrity, Carnival,Disney y Royal Caribbean no suspendieran ninguna ruta que incluyera la visita a Puerto Vallarta, informaron la Secretaría de Turismo de Jalisco, la dirección de turismo de Puerto Vallarta y la representación del CPTM en Estados Unidos.
Mediante un comunicado, las dependencias indicaron que tras una reunión celebrada en Miami con de la Asociación de Cruceros del Caribe en Florida (FCCA), se aclaró la situación que vive el puerto en materia de seguridad, por lo que las empresas mantendrán sus itinerarios programados para los siguientes días.
Así este martes la Sectur informó que el crucero Carnival Miracle llegó a Puerto Vallarta, proveniente de Los Ángeles, California, pernoctará en el puerto y zarpar hoy a las 15:00 horas, lo que incrementará la derrama económica que se percibe de los cruceristas, cuyo gasto promedio se estima por encima de los 90 dólares por persona.
Tras zarpar, la nave que traslada dos mil 980 pasajeros a bordo, considerada uno de los más grandes cruceros del mundo por sus mil 300 habitaciones, realizará otras escalas en Mazatlán, Sinaloa, y Cabo San Lucas, Baja California Sur.
