Será para el próximo 28 de enero cuando se defina el rumbo que tomará la presidencia de la Cámara Nacional de la Industria del Aerotransporte (Canaero), ya que como nunca en su historia el gremio llega dividido, sin un candidato de unidad y con el riesgo de que el actual presidente no se reelija por segundo año, adelanta en su columna de Excelsior, Dario Celis.
El director de Aeromar y actual dirigente de la Canaero, va a contender para cumplir su periodo de dos años, pero enfrente en la contienda tiene a Juan Carlos Zuazua, director de VivaAerobus.
La presidencia será para quien asegure nueve de los 17 sufragios que están en juego. Hasta donde se conoce, Flores tendrÃa amarrados ya ocho votos, preponderantemente las de aerolÃneas internacionales, charteras y de carga. Por supuesto cuenta con el apoyo de Grupo Aeroméxico.
Por lo que el directivo buscará el respaldo de Volaris, a la cabeza de Enrique Beltranena, y de Interjet, que capitanea José Luis Garza. La primera podrÃa apoyarlo sin problema, pero la aerolÃnea de Miguel Alemán, esta en duda, debido a las diferencias que surgieron entre Interjet y la Canaero en general, y Flores en lo particular, como lo dimos a conocer en REPORTUR.mx por el curso que tomaron las negociaciones del Convenio Bilateral de Aviación entre México y Estados Unidos en el pasado mes de noviembre.
A Interjet le molestó que durante la ronda de pláticas binacionales Flores manifestara posturas a favor y como presidente de la Canaero en el tema de la Cláusula de Inmunidad Monopólica, que básicamente beneficia a Aeroméxico, la que maneja Andrés Conesa.
El directivo tenÃa y tiene la atribución legal de expresar postura como presidente de la Canaero, pero las huestes de los Alemán lo personalizaron. Tras la rúbrica de los acuerdos, Flores circuló una carta entre sus agremiados a la cual se le dio una interpretación errónea.
Se hizo creer que tras el respaldo que dio a Aeroméxico por el asunto de la cláusula, lo que friccionó la relación con Interjet, Volaris y VivaAerobus, Flores estaba sugiriendo que dejarÃa la presidencia de la Canaero. Nada más alejado de la realidad.
El punto es que el gremio no está cerrando filas ni mostrando su músculo polÃtico, en momentos en que debe estar más unido que nunca para ser un interlocutor fuerte ante el gobierno de cara a temas cruciales que definirán el futuro de la industria aeronáutica en los próximos años.
Todos los expedientes demandan una presidencia de la Canaero experimentada, que aglutine a los agremiados más allá de sus diferencias comerciales, a fin de que tenga capacidad de interlocución con la DGAC de Gilberto López Meyer y el AICM de Alexandro ArgudÃn.