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Debido al aumento hasta de 500% en la prima anual, después de los montos pagados por las aseguradoras tras el paso del huracán Wilama en 2005, algunos hoteles de Cancún no estuvieron asegurados por lo menos un par de años hasta que las aseguradoras negociaron bajar la prima aunque con menores coberturas y poniendo límites.
Hoy en día de acuerdo con Roberto Cintrón Díaz del Castillo Presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún todos los hoteles en la zona están asegurados, como deber ser, por el peligro que se corre en una zona potencialmente susceptible a ser golpeados por algún fenómeno tropical.
Datos proporcionados por la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), las empresas hoteleras sufrieron, debido a Wilma, daños calculados solo en Cancún en por lo menos 20 mil millones de pesos, (1,600 mdd) y el siniestro se consideró el más grave en la historia de las instituciones de seguros.
Dijo que el ajuste fue muy complicado debido a que fue el acto natural más desastroso para el sector asegurador en la historia del país, incluso más que el terremoto de 1985.
Para Roberto Cintrón Díaz del Castillo el incremento en las primas tan drástico en 2005 fue multifactorial, en ese mismo año las aseguradoras tuvieron que cubrir también los estragos del huracán Emily, que golpeó a la Riviera Maya y Katrina en Nueva Orleans en los Estados Unidos. En aquel año se rompieron records históricos de fenómenos hidrometeorológicos en el Atlántico, 28 en total, 15 de ellos huracanes y 7 mayores a categoría 3.
Según el líder de los hoteleros las aseguradoras no podían correr riesgos en los siguientes años o pudieran haberse visto en riesgo de quiebra.
En la situación que se vive actualmente en Los Cabos no se espera que las compañías aseguradoras paguen montos tan elevados, ya que en la zona existen menos hoteles que Cancún y los daños son menores con Odile, que en 2005 con Wilma.
Sin embargo la analista financiera Moody’s aseguró que el saldo para las aseguradoras mexicanas será negativo, ya que los expone a pérdidas potencialmente importantes.
Los reclamos serán relacionados con daños a la propiedad, interrupción de negocios, operaciones hoteleras y de ocio, y el cierre de este. Moody’s señala en su análisis que las aseguradoras más afectadas por los desastres que el huracán Odile provocó en Baja California Sur, serán AXA, Interacciones, Inbursa y Banorte General.
