Las cadenas hoteleras que operan en México han decidido implementar la venta de hospedaje All Inclusive, debido a la alta demanda del mercado internacional y tras la búsqueda de mayores ganancias y rentabilidad.
Hace 15 años, en destinos como Cancún los hoteles bajo el concepto de todo incluido solo alcanzaban el 40 por ciento, y en los últimos años ha superado el 60 por ciento, de acuerdo con la consultora Marketing Consulting Cancún. En Riviera Maya se eleva hasta en 95 por ciento.
Grupos como Marriot, Hilton, Hyatt y Grupo Posadas, así como Ritz Carlton (de manera parcial), han convertido sus hoteles de playa o han creado nuevas marcas para competir con cadenas especializadas en este servicio como Riu, Iberostar y AmResorts, según revela El Financiero.
Sin embargo, analistas, prestadores de servicios turísticos y propietarios de restaurantes califican el All Inclusive como un depredador de destinos, debido a que el turista sólo llega del avión al hotel, sin dejar la derrama económica a los negocios del lugar, lo que ha provocado el desplome de los negocios del lugar.
La Asociación Mexicana de Expresidentes Empresariales de Puerto Vallarta denunció que los hoteles la zona que operan bajo este concepto se quedan con unos US$100 millones del gasto turístico, lo que ha provocado que cientos de locales comerciales estén vacíos y decenas de restaurantes trate de sobrevivir.