La quiebra de la Compañía Mexicana de Aviación, declarada por el Juzgado Undécimo de Distrito en Materia Civil el viernes 4 —más de tres años después del fraude cometido por quien fuera su dueño, Gastón Azcárraga—, se hizo para beneficiar a Interjet y Aeroméxico, según piensan los sindicatos.
«Todo se hizo para beneficiar a Interjet, la aerolínea de Miguel Alemán Magnani, a Aerovías de México (Aeroméxico), de Andrés Conesa, así como al Grupo Financiero Banorte», señala en entrevista Joaquín Ortega, abogado del Sindicato Nacional de Trabajadores de Transportes, Transformación, Aviación, Servicios y Similares (SNTTTASS).
«Había un plan de arranque para Mexicana programado para noviembre de 2010, pero Banorte retiró el dinero de un banco neoyorquino. Ahora, capitalizaron el MRO —la base de mantenimiento—; se quedaron con el MRO y se lo quieren vender a Interjet. Quebrar a Mexicana fue una operación oligárquica y eso provocará el aumento de las tarifas de los vuelos de entre 40 y 100%», prevé Ortega.
Tanto el SNTTTASS como ASPA y ASSA pugnan para que con la declaración de quiebra no se cancelen las concesiones de prestaciones de servicios aeroportuarios, como los slots —rutas de vuelos al extranjero—, que tienen muy alto valor comercial, recoge el Diario de Coauhila.
«Es la parte más valiosa de la empresa, junto a su base de mantenimiento y sus almacenes de fiscalización; esto es la columna vertebral de una empresa de aviación», explica el abogado Ortega. Y recuerda que la quiebra de Mexicana implica la pérdida de 84 rutas a Estados Unidos, que significan un quebranto de 9 mil millones de pesos a favor de compañías extranjeras.