Lucero Cerecedo, gran señora del turismo, prepara sus vacaciones

Fue pionera del turismo de cruceros y presidenta de la Asociación Femenil  de Ejecutivas de Empresas Turísticas, A.C. en el 2002. Tras cincuenta y cinco años de servicio profesional, Lucero Cerecedo anuncia su despedida “del apasionante mundo de cambios que me tocó vivir en el turismo”.

Entre 1959 y 2014, las formas de viajar, las herramientas de los profesionales y el propio mercado turístico, han mantenido una evolución vertiginosa; desde el sector de Agencias de Viajes, Lucero Cerecedo  fue privilegiada testigo del nacimiento y desarrollo del turismo mexicano:

“Recuerdo el inicio de mi carrera como un momento en el que casi todos los viajes de los mexicanos tenían motivos religiosos, eran a santuarios, y las únicas playas eran Acapulco y Veracruz, o Tampico y Mazatlán para los norteños; Iberia era la compañía con más vuelos, empezaban a llegar aviones de KLM, Air France y Sabena y se hicieron las primeras campañas turísticas».

“Los viajes de placer eran primitivos, las familias mexicanas acomodadas hacían viajes de tres y cuatro meses recorriendo las principales capitales europeas. El gran cambio en el modelo de viaje –rememora Lucero- lo provocaron las compañías aéreas, que necesitaban mayor tráfico de pasajeros e implementaron la tarifa turista válida por 21 días. Así, el precio del viaje se popularizó y empezó el auge de las agencias que trabajaban sobre una Europa muy clásica de ocho capitales y que, por supuesto, no incluía Moscú”.

Pero su mayor experiencia la acumuló en los océanos, en esa incipiente industria de pasajeros que incluía a los barcos de línea y a los cruceros. En 1959 entró como recepcionista a Viajes Internacionales de México y cinco años más tarde  salía de ella como Gerente del Departamento Exterior. Su segundo puerto profesional fue Turismo Romfel, donde participó activamente del fenómeno de la popularización del turismo con formatos de excursiones de dos semanas, ahí permaneció hasta 1970. Su tercer puerto fue Viajes Tepeyac,  donde trabajó hasta 1978.

Desde entonces y hasta 1992, en las Agencias Marítimas del Pacífico (AMP) realizó una importante labor organizativa y comercial para embarcar a los primeros pasajeros mexicanos de Princess Cruces en cruceros de una semana que unían Acapulco y California y luego cubriendo trayectos más largos por todos los mares del mundo, incluso en rompehielos rusos por el Polo Norte.

De la AMP pasó a la compañía Barcos, Aviones y Hoteles, donde estuvo del 92 al 99 y luego más tarde abordó Orion Tours, su actual destino profesional, donde estos días se encuentra dando las últimas pinceladas a su brillante carrera.

Mientras el 28 de febrero preparaba su última jornada laboral, nos confesó complacida: “Los siete océanos han sido mi campo de trabajo y debo reconocer que mi gran maestra fue la señora Coco Parker; me voy con la satisfacción de haber trabajado en una industria que sirve para unir pueblos y que hoy ya está al alcance de muchos, no sólo de unos pocos”. Ahora, con un equipaje lleno de recuerdos, a esta Gran Señora del Turismo  le toca el turno de organizar sus vacaciones.