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Miami Beach apunta a desterrar el turismo de borrachera en las vacaciones de primavera y apuesta por uno más familiar, sin tanta violencia en las calles especialmente por las noches. La medida comenzó a aplicarse el año pasado con preocupación del sector hotelero, que desconfiaba del éxito, pero ahora mira la situación con otros ojos (Miami Beach: medidas para controlar el Spring Break tienen “tintes racistas”).
Craig Haas, director de área de operaciones de Concord Hospitality, reconoce que “en los últimos años la connotación negativa que siguió a las vacaciones de primavera tuvo un efecto devastador y más prolongado en los hoteles y mercados locales”, según cita Costar.
Miami Beach a la cabeza y otros municipios lanzaron este año un video que propone romper con las vacaciones de jóvenes que abusan de la música alta y el alcohol en la vía pública.
En este sentido, HEI Hotels, tras enterarse de la campaña oficial, decidió lanzar paquetes y promociones para compensar la llegada de jóvenes. Pero se ha sorprendido. Ha podido generar con una nueva demanda alrededor de USD 300.000 en ingresos, valor apenas por debajo de lo que conseguía antes.
“Una vez que se calmó la alarma después de que salió a la luz el plan de la ciudad, todos se unieron en torno a la idea de que esto funcionaría a largo plazo”, dijo Cindy Murphy, vicepresidenta regional de operaciones de HEI Hotels & Resorts. La empresa tuvo que reducir sus previsiones inicialmente, pero los huéspedes siguen reservando. “Atrajo a muchas más familias de las que estábamos acostumbrados a albergar en marzo en South Beach”, añadió.
Haas, entretanto, recuerda que al principio de la medida hubo un impacto negativo en las reservas, pero reconoce que poco a poco cambia la demanda y atrae nuevos grupos. “La integridad de las tarifas sigue siendo una parte importante de la estrategia general”, afirmó.
Desde HEI Hotels aseguran que “estarán más preparados para las vacaciones de primavera de 2025”, avisa Murphy. Este año, el Royal Palm South Beach agregó juegos para que los niños los lleven a la playa.
Que aprendan de Megaluf en Mallorca. El sur de Tenerife, Ibiza. Destinos muy demandado o donde va el turismo de borrachera. Al final. Dejan más perdidas que beneficios. Genera mala fama. Que aleja a otros turistas, como el familiar senior etc.