Con la medida que la ciudad de Nueva York implementará a partir de julio para limitar la cantidad de personas que se pueden alojar en la ciudad, Airbnb ha interpuesto una demanda, pues considera que es una “prohibición de facto”.
Los ayuntamientos de los Estados Unidos han introducido más ordenanzas para regular los alquileres a corto plazo, que llegan a solicitar a los anfitriones obtener licencias y paguen tarifas de registro o limiten la cantidad de alquileres a corto plazo en los distritos comerciales.
Airbnb presentó ante la Corte Suprema del estado de Nueva York la denuncia señalando que el consejo de la ciudad de Nueva York, implementó efectivamente “su esquema regulatorio más extremo y opresivo hasta el momento, que opera como una prohibición de facto contra los alquileres a corto plazo en Nueva York”, indica.
Así mismo, Airbnb comunicó a los anfitriones que “la presentación de hoy se produce solo después de agotar todos los caminos disponibles para una solución sensata con la Ciudad”.
La ley hará más difícil para los anfitriones hacer negocios, pues requieren registrarse en la Oficina de Ejecución Especial (OSE) del alcalde de la ciudad de Nueva York y certificar que cumplirán con “el laberinto de regulaciones complejas”, así lo recoge La República.
Como lo informó REPORTUR.us, con una caída del 11% en bolsa, Airbnb revela que sus reservas bajaron significativamente entre abril y junio por debajo de las del año pasado, esto como resultado de la inflación y una economía inestable, pues los clientes están perdiendo el impulso en el deseo de viajar. (Cóctel explosivo contra Airbnb: pocas reservas, inflación y economías inestables).
Airbnb ha perdido el avance que tuvo durante el covid-19 con el cambio en el trabajo y el estilo de vida, pues el teletrabajo permitió trabajar desde cualquier lugar, pero ahora los clientes están restringiendo los presupuestos de ocio.