El Grupo hotelero Posadas contempla acogerse a la Ley de Bancarrotas al igual que Aeroméxico, para poder reestructurar el bono de US$393 millones que vence el 2022, pero también le permitiría suscribirse a un financiamiento de deudor en posesión (DIP).
Para el Grupo que dirige José Carlos Azcárraga, sería importante acceder al financiamiento DIP, algo parecido al que Apollo concedió a Aeroméxico, pues tienen que resolver el pago de cerca del millón de pesos mexicanos que les otorgó el SAT. A la compañía le ha sido difícil reunir el 40% de los tenedores de bonos pese a que Alfredo Harp, accionista de la compañía, gestione la compra de algunos por fuera y de que Rothschild haya intentado reunir a la mayoría de los bondholders, así lo asegura Dario Celis, en su columna de El Financiero.
Por su parte, Aeroméxico en cabeza de Andrés Conesa, está a la espera de que el Comité de Acreedores Comunes autorice los acuerdos de los contratos colectivos y la validación de ahorros otorgados a la compañía, una decisión importante para los empleados de la aerolínea. “Estos se considerarán reclamo común de los sindicatos y sus beneficios corresponderían a un crédito que equivaldrá a acciones de la aerolínea reestructurada. Los pilotos aportaron 340 millones de dólares, los sobrecargos 190 millones y los trabajadores de tierra 67 millones más”, así lo señala Celis en su columna.
Como lo informó REPORTUR.mx, en enero el Grupo Posadas no realizó el pago de intereses que tenía que hacer el 30 de diciembre del 2020 de sus notas senior con vencimiento en 2022. La compañía tomó en su momento la decisión de omitir el pago de los intereses en un monto de aproximadamente 15.5 millones de dólares, respecto a sus 7.875 por ciento notas senior. (Posadas incumple pago de intereses por segunda vez y cae en default).
La empresa informó en su momento a través de un comunicado a la Bolsa de Valores, que no llevará a cabo dicho pago durante el plazo de gracia correspondiente de 30 días, el cual estaría venciendo el último día de este mes de enero.