En Rio se ha situado la más reciente de las incorporaciones flamantes de Meliá, con la apertura en la ciudad brasileña del célebre Hotel Nacional, construido en 1972 por el prestigioso arquitecto Oscar Niemeyer que, tras permanecer varias décadas cerrado, abre ahora reconvertido en un resort urbano de lujo tras reformar su estructura respetando las características originales del inmueble.
Esta incorporación de Meliá se une a otras actuales en las que también está primando la arquitectura icónica por todo el planeta, sobre la que se plasma la marca de la cadena española más grande, como es el caso de Dubai, Miami, Londres, Jakarta, Dusseldorf o Barcelona.
Arquitectos de la talla del citado Niemeyer, así como celebridades en la materia como Legorreta, Zaha Hadid o Perrault se han convertido en el hogar de establecimientos de la cadena de los Escarrer, en su carrera por globalizar aún más su cadena bajo el régimen de fórmulas poco intensivas en capital.
Una de las aperturas previstas más espectaculares es la de Dubai, programada para 2018, en un establecimiento diseñado por la única mujer en ganar premio Pritzker —el Nobel de la arquitectura—, la árabe Zaha Hadid, que por primera vez diseña un hotel en su totalidad
El hotel, que se alojará en La Torte Opus, situada en el corazón del distrito más dinámico de la ciudad, Burj Khalifa, forma parte de un plan maestro diseñado para la ciudad. El edificio se concibe como un cubo que, de acuerdo con Zaha Hadid, ha sido “erosionado por un vacio de forma libre, que parece flotar por encima del nivel del suelo”. La característica principal y más sorprendente del monolito es ese vacío de forma libre. El edificio aspira a consagrarse como uno de los hitos del skyline de Dubai.
También a la capital del lujo, París, en su barrio financiero, Meliá ha puesto su sello en un edificio icónico del skyline de La Defense, diseñado por el prestigioso estudio Vasconi, que lleva abierto más de dos años con una estética vanguardista en un hotel de 20 plantas y 369 habitaciones en ‘La Defense’.
Pero para encontrar otro de los establecimientos más deslumbrantes de la cadena de los Escarrer hay que trasladarse a Jakarta, donde un exclusivo Gran Meliá es uno de los puntos más singulares de la ciudad por su original diseño, bajo la firma del estudio mallorquin Nadal Arquitectos, también responsable de otros icónicos de la cadena como el de la pirámide del Paradisus de Cancún, o también en Indonesia del que fue en 1985 el primer internacional de la cadena, en Bali.
La arquitectura más vanguardista también se puede apreciar en los recientes ME de Miami, o el establecimiento de la misma marca en Barcelona, en la zona de Diagonal Mar, o asimismo en el de Londres, así como el Innside de Dusseldorf o el Meliá de Viena.
Todos estos iconos arquitectónicos globales de Meliá reflejan la prioridad que la cadena de los Escarrer concede a la estética de sus edificios, que desde hace décadas tiene una muestra en su confianza en el reputado Álvaro Sans como responsable de la mayoría de proyectos propios, a cargo también de renovaciones galardonadas como las del último ME de Ibiza, o las aclamadas como el Ambassador que pasó a ser el Gran Meliá Palacio de los Duques.
Meliá, así, está logrando por todo los confines del mundo estampar una enseña española en algunos de los edificios más emblemáticos de las ciudades, y la histórica expansión de la cadena acaba de tener otro de sus hitos con el reconocimiento por parte de los Reyes de España Felipe VI y Letizia a Gabriel Escarrer como embajador de la ‘Marca España’ junto otros galardonados como Andrés Iniesta.
Los hitos en la expansión de las hoteleras españolas
Años 50 – Mallorca
Años 60 – Baleares
Años 80 – Canarias y Península
Años 90 – Caribe y Latinoamérica
Año 2000 – Mediterráneo y Europa
Desde 2010 – Oriente Medio y Asia
Las grandes cadenas, menos endeudadas
Las principales hoteleras españolas han logrado en los últimos años bajar ostensiblemente el monto de sus deudas, que fue motivo de seguimiento por parte de los bancos en el pico de la crisis. Tanto Meliá como Barceló e Iberostar han reducido su deuda, y en menor medida también NH, que es la más afectada aún por estar concentrada en un negocio como el urbano mucho menos rentable que el vacacional.
Las grandes cadenas sufrieron presión de los bancos durante los peores momentos de la crisis, porque sus deudas rondaban los mil millones de euros en los principales casos, aunque con el valor de los activos a precios de mercado las hoteleras tenían para pagar holgadamente dos y hasta tres veces sus obligaciones con los bancos, además de que el grueso de sus clientes eran de fuera de España.
Esta presión bancaria obligó a a algunas de las principales cadenas a frenar el ritmo de su expansión, y tuvieron que explotar la fórmula del management, lo que les permitió mantener el crecimiento de sus carteras, mientras en un trienio recortaban a la mitad el monto de su deuda.
En el caso de Meliá, su deuda neta se redujo a diciembre de 2016 en 226 millones respecto a diciembre de 2015 –junto con una reducción del tipo de interés medio de 90 puntos básicos-, hasta situarse en 542 millones a final del año pasado gracias a la amortización del bono convertible y a la evolución del flujo de caja. Con ello, situó la ratio de deuda financiera neta respecto al Ebitda en su nivel histórico más bajo, 1,9 veces, y quedando por debajo de la banda fijada por la hotelera (entre 2,5 y 3 veces).
A diciembre de 2013, la deuda neta de Meliá rondaba los 1.000 millones de euros, con lo que desde entonces logró en estos tres años que se rebajase a la mitad, luego de concentrarse desde ese año en reducir su nivel de endeudamiento, para lo cual optó por fórmulas como la venta de activos, la emisión de bonos convertibles y la mejora del flujo de caja.
También Barceló hizo especial hincapié durante su presentación de resultados de 2015 en “la importante reducción de la deuda que el grupo ha logrado, y que ha que dado situada en 539,4 millones de euros”, un 24,8% menos en comparación con los 717,3 millones de 2014. En el caso de NH, durante 2016 redujo su deuda financiera neta en 91 millones, hasta 747 millones de euros.