Algunos de los principales hoteleros españoles ya están cambiando el ‘chip’ y aceptando que quedarse fuera del negocio de los apartamentos legales puede ser un histórico error estratégico. Solo la incertidumbre normativa actual está frenando que en la industria haya más que se lancen a contemplarlo en el país ibérico, como desgrana esta sección Fin de semana de análisis en REPORTUR.
El gremio coincide en que el producto de las viviendas es compatible con el hotelero y que se dirige a otro mercado complementario. Únicamente critican que ahora la mayoría de esa oferta juegue fuera de la ley. De hecho, en Mallorca, el pasado abril, llegaron a ironizar que si no se regulaba el alquiler vacacional y el Gobierno balear apostaba “por un modelo basado en la especulación, la opacidad y la economía sumergida” se verían obligados a competir “con las mismas armas, convirtiendo los hoteles en apartamentos”.
La oferta de casas, disparada por la irrupción de Airbnb, ya está pareja a la de plazas hoteleras. La mayor OTA en España, Booking.com, con más del 50 por ciento del mercado, tiene en las viviendas la mitad del producto que comercializa. De hecho, este verano centró su campaña en el alquiler vacacional.
Cabe reconocerle a Kike Sarasola, presidente de Room Mate, haber sido el hotelero pionero con Be Mate en integrar la comercialización del producto de apartamento vacacional, queriendo entrar además ahora en su explotación, empezando en Madrid y Barcelona, como a nivel vacacional ya hacían otras como Ona Hotels.
Amancio López, presidente de Hotusa, siguió también esta línea como hotelero que también vende apartamentos, tras haber adquirido la plataforma de reserva de apartamentos turísticos WaytoStay con el objetivo de comercializar este tipo de alojamientos a través de las agencias de viajes a través de su mayorista Restel.
Amancio López representa a un perfil de hotelero que se apoya en la intermediación de su propiedad, y su decisión de invertir por este terreno consolida mezclar el producto hotelero con apartamento para vender alojamiento y cama a una variedad mayor de cliente, en especial las familias donde las viviendas tienen una gran acogida ante la disyuntiva de tener que ocupar varias habitaciones hoteleras para todos los hijos.
En España, más cadenas lo han hecho, como Sidorme o Petit Palace, mientras a nivel internacional cabe destacar a Accor, que ha comprado varias plataformas digitales de comercialización de alquiler vacacional como onefinestay, Squarebreak, Oasis o Travel Keys, mientras Hyatt y Wyndham también intentan lo mismo con start-ups propias.
Los hoteles se meten cada vez más en la comercialización de apartamentos, mientras portales como Airbnb se lanzan a explotar su propia línea de apartamentos, empezando en Florida, además de que la plataforma arrancó hace un año con la venta también de paquetes vacacionales.
La tendencia común en la industria turística de generar conglomerados verticales y horizontales ante las múltiples sinergias, y de que los principales actores vendan todo de todos incluida su competencia, hace considerar a muchos hoteleros a Airbnb como un canal en el que quieren estar una vez regularicen a la mayoría de su oferta.
En España, Logitravel ha sido la última en lanzar una plataforma para intermediarios con la que comercializar la oferta de viviendas legales. Las grandes redes del país están coincidiendo en reclamar seguridad jurídica para lanzarse a ofertar viviendas del mismo modo que lo vienen haciendo los gigantes del online como Booking.com, y la última en sumarse a esta petición fue Nautalia por medio de su director general, Rafael García Garrido, en una entrevista concedida a Preferente.
García Garrido dijo que “nosotros como minoristas que somos, por supuesto que lo haríamos, pero aún queda una incertidumbre jurídica que resolver”, y se sumó así al CEO de Ávoris, Gabriel Subías, quien en una reciente entrevista declaraba no descartar incorporar en un futuro a su oferta los apartamentos turísticos, e incluso negociar con plataformas de economía colaborativa como Airbnb pero sólo cuando “la situación regulatoria se aclare”.
“Es un fenómeno innegable, incluso sano, y lo vemos como una oportunidad. Ya comercializamos casas en Cuba y entendemos que tenemos que estar ahí. Si no hemos hecho un desembarco más decidido en alquiler vacacional es por un tema regulatorio”, apuntó Gabriel Subías. De hecho, Barceló Viajes comenzó a ofrecer alquileres turísticos a sus clientes en destinos como Cuba.
“Si el cliente lo pide, lo haremos”, aseguró hace dos años Gabriel Subías, quien explicó entonces que su intención es “coger determinadas habitaciones en casa, dotarlas de un equipamiento mínimo estándar y comercializarlas”. Subías considera que esta oferta es imprescindible en Cuba. La isla, a su juicio, “ahora mismo no tiene otra solución. Además, el español lo lleva haciendo por su cuenta muchos años. La diferencia es que antes el Gobierno lo veía con malos ojos y ahora lo ven mejor”.
Una buena parte de líderes del Sector ha manifestado en tiempos recientes su visión de que antes o después, y sobre todo una vez haya un marco legal claro y justo, serán más las hoteleras que se lancen a entrar en este campo.
EN PLAYA. Joan Enric Capellà y Vicenç Miralles, ex directivos de Grupo Piñero y con una dilatada carrera en el Sector, pusieron en marcha una nueva cadena llamada Som Hotels, que en poco tiempo ha sumado siete establecimientos en Mallorca, y que va a ser la primera vacacional en entrar en la explotación de viviendas también en destinos de playa.
Som Hotels contempla en su plan estratégico 2017-19 seguir con la expansión hotelera de su negocio en destinos españoles y Caribe. De la misma forma que en breve se va a diversificar la oferta hotelera de Som Hotels hacia la hotelería urbana y también hoteles de interior y rurales, también está contemplada la entrada en la gestión de apartamentos extra hoteleros y en vivienda vacacional.
Joan Enric Capellà, CEO de Som Hotels, indica a Preferente que hay modas y tendencias, y éstas últimas llegan para quedarse. Esto es lo que ha sucedido con la vivienda vacacional. Si bien es cierto que no es un fenómeno nuevo, el cliente es quien manda, y “nos está enviando un mensaje muy claro al sector del alojamiento turístico”.
“Si no interpretamos correctamente este mensaje, caeremos en un grave error. Hay que estudiar con mayor rigor porqué hay un tendencia tan alcista de clientes que están optando por oferta extra hotelera, y me resisto solo a pensar en la elasticidad del precio”, advirtió el hotelero mallorquín.