En el Aeropuerto Internacional Ronald Reagan de Washington, dos aviones estuvieron cerca de colisionar. Uno de Delta con 136 personas a bordo, que se disponía a despegar, y un jet de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, usado para entrenamientos.
La proximidad fue tan evidente que se encendieron las alarmas de la aeronave de Delta cuando despegaba rumbo a Minneapolis.