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En Barcelona sus residentes han salido a protestar por el sobreturismo o el turismo en masas y este sábado rociaron agua a los turistas, pues solicitan al gobierno que haya límites, ya que se ha aumentado el costo de la vivienda en cerca del 70%, además de los efectos en las condiciones de trabajo y el comercio local.
“No tengo nada contra el turismo, sin embargo, aquí en Barcelona sufrimos un exceso de turismo que ha hecho que nuestra ciudad sea inhabitable”, señaló Jordi Guiu, sociólogo de 70 años, según lo recoge Travel Weekly.
Como respuesta a la protesta, el ayuntamiento decidió subir la tasa hasta USD 4,33 por persona desde octubre. “Lo que me preocupa es lo que supone el turismo y la especulación, la especulación que están haciendo con la vivienda de los españoles. Los españoles tienen derecho a una vivienda digna”, señaló uno de los residentes de la zona, según lo informó Euronews.
Cerca de 150 organizaciones y movimientos sociales salieron a la marcha y de manera simbólica cerraron hoteles y terrazas de restaurantes. Los manifestantes gritaron “turistas, iros a casa”, así lo recoge el mismo medio.
“Queremos que el modelo económico de la ciudad priorice otras economías mucho más justas. Y para eso consideramos que hay que disminuir el turismo”, dijo a Euronews Martí Cusó, portavoz de la Asociación de Vecinos del Barrio Gótico y activista contra la masificación turística.
Barcelona es la ciudad más visitada de España que recibe en promedio 32 millones de visitantes al año, de los cuales la mayoría llegan en cruceros.
Como lo informó REPORTUR.us, en diciembre de 2023 las grandes cadenas hoteleras de Europa se disponían a frenar el crecimiento descontrolado de Airbnb a través del lobby hotelero Hotrec con la aplicación del nuevo reglamento comunitario que regula los alquileres de corta y media distancia, según publicaba Cinco Días. (Airbnb acapara ya casi un cuarto de la oferta de camas en Europa).
En la norma se establecía que las plataformas que comercializan viviendas de uso turístico deberían exigir el registro de los anfitriones, como ha hecho Nueva York además de Lisboa, Barcelona y Venecia.
