La polémica que ha generado la apertura del nuevo hotel Torre K-23 de La Habana, Cuba, no solo ha sido por su inversión, sino también por su diseño arquitectónico, lo que ha hecho que los cubanos no justifiquen su construcción cuando el turismo ha ido cayendo, pues consideran que es “el gran hotel que nadie pidió”.
Los cubanos critican al gobierno por tener el dinero para este tipo de construcciones y no para otras necesidades. “Deberían haber hecho muchas casas y no un hotel cuando hay tantos en Cuba cerrados, sin turismo”, dijo un ciudadano cubano a DW.
El hotel Torre K-23, de 154 metros de altura, también genera opiniones a favor, pues creen que este tipo de arquitectura modernizará la capital cubana. Joel Guerra, experto en turismo, dijo que “ahora aparece otro protagonista que cambia la imagen de La Habana, pero la cambia para modernidad, porque la imagen de La Habana está estancada en el periodo colonial”.
Como lo informó REPORTUR.mx, la agencia Havanatur dio a conocer que el 15 de enero se hará la apertura del hotel Torre K-23, el más alto y lujoso de Cuba. La nueva propiedad ha sido criticada por su diseño y su inversión de 200 millones de dólares. (Cuba estrenará en unos días su hotel más alto en La Habana).
El hotel está ubicado en la intersección de las calles 23 y K, frente a la heladería Coppelia en El Vedado en La Habana, y contrasta con el resto de la infraestructura de la ciudad. Su diseño sufre de problemas como el reflejo de los vidrios, que afecta la visibilidad de los semáforos.
Monumento a la corrupción del regimen Cubano!! — Empeoraron por mucho de cuendo estaba Batista!!