La ilusión que tiene el gobierno cubano de recibir en la isla 2.500.000 turistas este año parece evaporarse ya que en el primer semestre alcanzó una ocupación hotelera del 14,4%. Las cifras son elocuentes: arribaron 682.411 turistas internacionales con 3.800.000 pernoctaciones.
Un total de 151,008 cubanos que residen en el exterior se alojaron en los hoteles cubanos durante esos seis meses del año, mientas que Canadá encabeza la lista de visitantes con 214,122.
Al respecto, el economista cubano Pedro Monreal, citado por Cibercuba, apunta que esta tasa es inferior a la -también baja- de 25,4 % registrada en igual etapa de 2020 y muy inferior “a las tasas mensuales de años ‘normales’ como 2018 y 2019, e inclusive inferior a las tasas de un año ‘malo’ como 2020, lo cual dificulta la recuperación de inversiones turísticas”.
Monreal opina que, ante la evidente contracción de la actividad turística, el gobierno debería retomar la inversión en sectores de servicios básicos como electricidad, agua y gas, en lugar de seguir destinando incontables recursos a la actividad inmobiliaria, específicamente a la construcción de hoteles.
La delicada situación económica y política que atraviesa la isla precisa de inversiones. Como reveló REPORTUR.mx, el gobierno cubano ha sostenido conversaciones con la hotelera europea Kempinski, con el objetivo de que incremente su inversión, pues buscan dinamizar el sector y así apalancar la crisis que vive la isla (Cuba busca más inversiones de Kempinski para aplacar la crisis).
Por otro lado, hotelera Blue Diamond administra el Hotel Regis en La Habana, ubicado en el Paseo del Prado de La Habana. Lo opera bajo la marca Mystique by Royalton a partir de este mes.
“Blue Diamond Resorts Cuba se complace en anunciar la incorporación más reciente a la cartera de Royalton Luxury Resorts, Mystique Regis Habana by Royalton”, comunicó la compañía canadiense (Blue Diamond suma la operación del Hotel Regis de La Habana)
El que va a Cuba no vuelve jamas!! El abuso del regimen comunista con la poblacion es imposible de ignorar, se siente en el ambiente la escasez y la mala calidad de los productos alimenticios adentro y fuera de los resorts.